Propuesta de la Comisión Europea altera el rumbo del coche eléctrico y genera tensión política

Publicado el: 17 de diciembre de 2025
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La flexibilización del veto climático de 2035 divide a Gobierno, industria y oposición en plena transición hacia la movilidad eléctrica y frente a la propuesta de la Comisión Europea.

Los CO2 de coches y furgonetas suponen el 15% de las emisiones de la UE y por eso se han establecido objetivos de reducción progresiva para alcanzar la prohibición de venta de vehículos nuevos de motor de combustión a partir de 2035.



Para cumplir con las normativas, se están endureciendo los límites de CO2 por kilómetro y se están implementando multas para los fabricantes que superen estas emisiones, impulsando la venta de vehículos eléctricos e híbridos enchufables para reducir las emisiones totales del mercado.

Sin embargo, los fabricantes europeos de automóviles no ven el futuro tan esperanzador en este sentido. 

Cómo la propuesta de la Comisión Europea reconfigura el futuro del coche eléctrico

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado de «error histórico» la propuesta de la Comisión Europea (CE) de relajar el veto previsto para 2035 a la venta de coches nuevos que emitan CO2, que está enmarcada dentro de un amplio paquete para reforzar la competitividad del automóvil y que la industria valora como positivo.



Sánchez ha señalado durante la presentación de la propuesta de Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática que la propuesta es «un error histórico» de Europa porque «la competitividad se garantiza por la sostenibilidad y no por debilitar nuestros compromisos climáticos».

Reacción política en España ante la flexibilización europea

El núcleo de la propuesta presentada por la CE consiste en flexibilizar los objetivos de emisiones para los fabricantes, y en particular, apuesta por compensar un 10 % del volumen total de CO2 emitido por las flotas nuevas en 2035 mediante reducciones previas a lo largo de la cadena de valor.

Además, Bruselas abre la puerta a que determinados híbridos enchufables y vehículos eléctricos con motor de combustión como generador sigan comercializándose a partir de esa fecha; mientras que otro eje relevante es la apuesta por pequeños coches eléctricos asequibles producidos en el continente.

El impacto en fabricantes y la competitividad del sector

La asociación de fabricantes de automóviles y camiones Anfac estima que la propuesta permite compaginar de modo más eficaz la necesidad de reducción de emisiones de CO2 con el mantenimiento de la competitividad y el empleo en Europa, al tiempo que reafirma la ambición climática del sector y del continente, según apuntan en un comunicado este miércoles.

Un «primer paso necesario» en un escenario en el que el esfuerzo aislado de los fabricantes europeos, en un marco de creciente complejidad comercial internacional, y sustentado principalmente en una política basada en multas, corría el riesgo de acabar penalizando el empleo y la competitividad europeas y, eventualmente, el cumplimiento de los objetivos climáticos.

Qué cambia la Comisión Europea en los objetivos climáticos

En línea con el posicionamiento de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), que la víspera dio la bienvenida a unas propuestas «que reconocen acertadamente la necesidad de mayor flexibilidad y neutralidad tecnológica para que la transición ecológica sea un éxito«.

Por su parte, la patronal de la distribución de vehículos Ganvam ha celebrado este miércoles la propuesta de la Comisión Europea orientada a garantizar el acceso de la clase media y trabajadora a la movilidad eléctrica a través del impulso de modelos asequibles.

Las posiciones enfrentadas de Gobierno, industria y opositores

Mientras que la Plataforma para los Combustibles Renovables ha advertido de que la rebaja de exigencias en los objetivos de emisiones para el automóvil en 2035 no aborda la realidad de la cadena de valor de la industria, con una flexibilidad muy limitada.

En el plano político, el PP ha valorado positivamente las decisiones de la Comisión Europea en su política de automóvil, que considera que introduce «más pragmatismo» y neutralidad tecnológica para compatibilizar la descarbonización con la competitividad, el empleo industrial y la realidad del mercado.

Cómo afecta esta propuesta a los compromisos de 2035

«Los objetivos climáticos deben acompasarse al ritmo de la tecnología, la economía y la sociedad, no imponerse por decreto a costa del empleo industrial y del bolsillo de las familias. Neutralidad tecnológica y competitividad, esa es la vía«, ha subrayado el vicesecretario de Economía y Desarrollo Sostenible del PP, Alberto Nadal en un comunicado este miércoles.

Mientras que la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER) considera positivo que se escuchen las necesidades industriales y de movilidad en busca de la competitividad y de la simplificación de cargas, tras la propuesta de la Comisión Europea para rebajar las exigencias de emisiones contaminantes para el automóvil. Seguir leyendo en ECOticias.com / EFE

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