Los presidentes de fabricantes y proveedores de automóviles europeos pidieron «corregir el rumbo» de la transición automotriz en la Unión Europea para adaptarlo a las realidades geopolíticas, económicas y del mercado actual, con un plan político «integral y pragmático».
En una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, los presidentes de los fabricantes europeos de automóviles (ACEA) y proveedores (CLEPA), Ola Källenius y Matthias Zink, respectivamente, expusieron así sus expectativas para el próximo diálogo estratégico sobre el futuro de la industria automotriz europea, que está previsto el próximo 12 de septiembre.
«La UE corre el riesgo de perder el rumbo en su transición automotriz: el diálogo estratégico de septiembre es la oportunidad para corregir el rumbo», escribieron Källenius y Zink, en su misiva hecha pública hoy, y en la que reiteran el compromiso del sector a ayudar a la UE a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050. «Queremos que esta transición funcione, pero nos frustra la falta de un plan político integral y pragmático para la transformación de la industria automotriz», manifestaron ambos, al considerar que se les está pidiendo que se transformen «con las manos atadas».
La conservadora Ursula von der Leyen podría ‘claudicar’
La industria de la automoción cree que la hoja de ruta de la Unión Europea (UE) para prohibir la venta de coches y furgonetas nuevas que emitan CO2 en 2035 no es viable y el sector reclama a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, un plan realista que encamine al sector hacia la movilidad sostenible.
«Hay una gran transformación en marcha, pero no lo suficientemente rápida para alcanzar los objetivos (…) La regulación que se nos aplica es demasiado rígida. Creemos que debe adaptarse a la realidad«, declaró en un encuentro con la prensa la directora general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), Sigrid de Vries.
El mensaje reafirma la línea marcada el pasado mes de agosto por los presidentes de ACEA y de la patronal europea de componentes, CLEPA, que enviaron una carta a la presidenta de la Comisión Europea en la que aseguraban que «cumplir los estrictos objetivos de CO2 para coches y furgonetas en 2030 y 2035 ya no es, hoy en día, factible«.
Esas dos organizaciones sectoriales, que hace menos de un año lograron que se les permitiera prorrogar hasta 2027 los objetivos de recorte de CO2 de 2025, se reunirán el próximo viernes con Von der Leyen para reclamar un cambio más profundo en la hoja de ruta.
De Vries adelantó las que serán las reclamaciones del sector, que representa el 7 % del PIB de la Unión Europea, pero evita entrar en reclamaciones concretas, fechas o cifras.
«Queremos identificar las muchas opciones que hay ahí, hablar de ellas y tomar decisiones. No hay que caer en la trampa de decir: vamos a X %. Hay cuestiones de fondo que son mucho más fundamentales», respondió a la prensa la cabeza visible del «lobby» de la automoción en Bruselas.
BYD ha superado en el mercado comunitario a Tesla
Las ventas de coches eléctricos de batería entre enero y julio suponen el 15,6 % del total registrado en la UE, con una clara pujanza de los fabricantes chinos.
BYD ha superado en el mercado comunitario a Tesla, en fuerte retroceso desde que su máximo responsable, el magnate Elon Musk, abrazara la figura política de Donald Trump.
El constructor chino representa ya el 1,2 % de cuota de mercado frente al 0,8 % de la compañía estadounidense. En la comparativa interanual, las ventas de Tesla en la UE han caído un 42,4 % y las de BYD han subido un 206,4 %.
«Los chinos no tienen objetivos muy rígidos ni una política de tecnología única y están consiguiendo una transformación de los consumidores en una cantidad de tiempo milagrosa (…) No digo que todo lo que hacen sea perfecto (…). pero trabajan con la industria y con el mercado para adaptarse durante el camino, son flexibles«, dijo De Vries.
Aunque hay fabricantes que se desmarcan, como Volvo, la mayor parte de la industria europea reclama flexibilidad en las metas, incentivos para impulsar la demanda de motores limpios y desplegar más infraestructura de carga para despejar miedos.
«No hay una respuesta fácil, hay que hacer todo el marco más competitivo«, desde abaratar la energía hasta estimular la innovación o ayudar a la industria europea de las baterías, apuntó De Vries.
Los constructores reclaman «condiciones habilitantes» para hacer realidad la transformación del sector: «Si no, fracasaremos, y nadie quiere eso. Tenemos que ser más pragmáticos«, insistió.
La directora general de ACEA evitó comentar datos concretos, pero no desprecia la posibilidad de que la Comisión se abriera a facilitar que se puedan vender coches híbridos tres años después de la fecha de 2035.
«Hay distintas soluciones que se pueden aplicar. Ampliar el uso y el alcance de tecnologías como híbridos o híbridos enchufables es claramente un paso importante«, respondió.
En contraposición a las reclamaciones de ACEA, hay empresas del sector de la movilidad eléctrica, incluidas Uber o Volvo, que han pedido que se mantenga el calendario de 2035, al igual que un grupo de médicos y especialistas en enfermedades cardiorrespiratorias, estos en relación con las enfermedades que genera la contaminación del aire.
Una primera pista sobre el futuro regulatorio del automóvil europeo quizá se conozca este miércoles, si Von der Leyen hace referencia al sector durante el debate del Estado de la Unión en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia). EFE / ECOticias.com