En pleno proceso de descarbonización, aparece un vehículo que funciona con hidrógeno. Cuesta menos de 3.000 euros, lo puedes repostar en casa y no es un coche. Si te sorprendió el motor de hidrógeno que destroza récords, no puedes perderte la información que viene a continuación. Frente al constante crecimiento del número de países comprometidos con la neutralidad climática, el mundo debe buscar soluciones viables para descarbonizar la economía.
Bajo estas circunstancias, el H parece una buena salida para el sector de la movilidad por varias razones. Es un elemento polifacético y versátil que lo hace interesante para la industria, tanto para el coche del ciudadano de a pie como para otros vehículos. Puede actuar como vector energético o materia prima o utilizarse para almacenar estacionalmente electricidad renovable.
Algunos tienen tanta fe en el H que lo han bautizado como el “combustible del futuro”, dado que atesora un importante potencial para facilitar la descarbonización de los sectores industrial difíciles de descarbonizar y de alto consumo energético. Asimismo, puede emplearse como combustible verde en algunas modalidades de transporte pesado, en las que las tecnologías de baterías eléctricas son poco prácticas.
El hidrógeno llega a un vehículo que puede cambiar tu forma de moverte: no es un coche
Esta vez no vamos a hablar de un transporte pesado o de un coche convencional, pero sí de un vehículo que probablemente ya hayas visto en acción: una ebike. En este caso, una ebike a base de hidrógeno, una bicicleta eléctrica con motor eléctrico a base de H.
Nos encontramos frente a una tecnología que puede bajar las emisiones de carbono y permitir al usuario producir su propio combustible en casa. Esto supondría un cambio de paradigma absoluto ante aquello a lo que estamos acostumbrados/as.
Las bicicletas eléctricas a base de H suponen un progreso considerable en la tecnología de movilidad urbana. Cabe destacar que las ebikes convencionales dependen de baterías de litio, mientras que estas nuevas piezas usan celdas de combustible de H para producir electricidad y alimentar el motor eléctrico.
Este cambio mejora la autonomía de las bicicletas, haciendo posible el recorrido de travesías más largas. Además, disminuye significativamente el tiempo de recarga. Cargar una batería puede llevar varias horas, pero cambiar un tanque de combustible por otro se hace en cuestión de segundos.
Otro punto destacable es que el uso de H como fuente de energía tiene un impacto ambiental bastante menor. Las únicas emisiones divulgadas por estas ebikes son de vapor de agua, descartando la huella de carbono vinculada a las baterías de litio y su proceso de reciclaje.
Un ejemplo claro de esta innovadora tecnología es el modelo HydroRide Sport Bike 2.0, que combina un diseño aerodinámico con una eficiencia energética óptima. Una ebike urbana de origen chino plegable oscila alrededor de los 1.300 euros y una Specialized de calidad no llega a los 4.000. Así las cosas, el usuario podría pagar poco más de 3.000 euros por una ebike con esta tecnología revolucionaria.
Dejarás de usar el coche cuando conozcas este vehículo a base de hidrógeno
Uno de los puntos fuertes de la ebike radica en la autonomía obtenida con una carga y lo rápido que se puede repostar. Las bombonas de combustible tienen 20 gramos de hidrógeno, son de aluminio y pesan 2 kilos. Posee el tamaño de una botella de agua, y un equivalente en litio representa un peso de alrededor de 3 kilogramos un tamaño mayor.
Cada una brinda una autonomía de 60 km, con la facilidad de que puede cambiarse una por otra en cuestión de segundos. A efectos prácticos, es posible tener una autonomía casi ilimitada contando con varias pequeñas bombonas, que pueden tenerse en casa, o transportarse si pronostica una necesidad extra de autonomía.
En definitiva, este vehículo que funciona con hidrógeno nos muestra una nueva forma sostenible de movernos más allá del coche eléctrico.