Japón está apostando por un futuro diferente. Mira hacia el mundo de los coches con motores alimentados por moléculas de agua. El sector de la movilidad transita un profundo proceso de transformación. Las tecnologías emergentes, la necesidad de bajar el impacto ambiental y la búsqueda de eficiencia energética demandan nuevas soluciones de transporte. Ante este escenario, Japón propone una alternativa muy interesante. Innovadora, creativa y revolucionaria.
La innovadora propuesta de Japón
Ya es un hecho que los coches de combustión no tienen lugar en el futuro. Una innegable realidad que ha propiciado la suspicacia de Japón.
Mientras algunos fabricantes de coches invierten tiempo y esfuerzo en hacer brillar a los coches eléctricos abastecidos por una batería, otros siguen buscando respuestas en el hidrógeno como fuente alternativa de combustible.
La compañía japonesa Toyota es una de las firmas que apuesta por el hidrógeno. Sean Hanley, vicepresidente de Ventas, Marketing y Operaciones de Franquicia de Toyota Australia, tuvo una conversación con Car Expert de Australia sobre el tema.
Manifestó que los trenes de potencia de hidrógeno podrían sustituir al diésel de cara a las próximas décadas y en determinados mercados. “El diésel no va a desaparecer en la próxima década, pero más allá de eso, creo que el hidrógeno le tomará el relevo”, precisó.
Asimismo, reconoció que la infraestructura de recarga de hidrógeno en Australia necesitará de grandes inversiones.
De conseguirlas, el hidrógeno podría ocupar un lugar más que importante dentro de la industria. Toyota comenzó con la fabricación de vehículos de pila de combustible de hidrógeno allá por la década de 1990.
Sin embargo, la historia del hidrógeno en motores en mucho más antigua. Data de hace más de 200 años atrás, hasta el motor de Rivaz de 1807. Se trata de un propulsor de combustión interna movido con una combinación de hidrógeno y oxígeno, sin gasolina.
Japón cree en el poder del hidrógeno en la movilidad
A lo largo del siglo XIX, los científicos hicieron diferentes pruebas con el hidrógeno y las primeras pilas de combustible. No obstante, conforme los motores de gasolina obtuvieron popularidad a principios del siglo XX, los estudios del hidrógeno quedaron en segundo lugar.
A pesar de esto, en 1966, General Motors mostró ante el mundo su Electrovan, el primer vehículo de pila de combustible de hidrógeno. La iniciativa había comenzado dos años antes y estuvieron involucrados más de 200 ingenieros.
Coincidió con el momento de la adopción de la tecnología de combustible por parte de la NASA para el programa espacial Apollo. En 2014, Toyota hizo la presentación de su primer vehículo de pila de combustible de hidrógeno elaborado en masa: el Mirai.
La también automotriz japonesa Honda se adelantó en 2008 con su FCX Clarity. Sin embargo, ninguno de los modelos vislumbró ventas demasiado notables. Por su parte, el fabricante alemán BMW está creando un sistema de pila de combustible de nueva generación.
Su plan es producirlo en serie en 2028. No se ha informado el modelo en el que lo instalará, aunque la empresa ya ha usado varias piezas del X5 para trabajar con esta tecnología.
Japón lleva el hidrógeno incluso a las competiciones
Toyota ya ha llevado motores de hidrógeno a la competición. Fue el caso del último Rally de Finlandia celebrado el pasado mes de agosto.
Hizo historia con un coche con tecnología de hidrógeno participando de forma oficial en dos tramos, con el excampeón mundial Juha Kankkunen al mando. El modelo escogido fue el GR Yaris Rally2 H2 Concept.
Japón apuesta a un futuro distinto: Coches con motores alimentados por moléculas de agua, el único subproducto que deja el hidrógeno. Mientras tanto, Alemania dice no a los coches de gasolina e hidrógeno. Su estrategia pasa por comenzar una revolución que cambiará el mundo.