Los álamos negros, nativos de la Columbia Británica, se encuentran en grave riesgo de contraer un hongo no nativo, a menos que los investigadores pueden encontrar la manera de detenerlo, aseguran científicos forestales.
Los álamos negros se encuentran a lo largo de la costa de la Columbia Británica y son una parte integral del ecosistema ya que mejoran la calidad del agua, son el hábitat de la fauna y previenen la erosión, comentó Richard Hamelin, profesor Universidad de Columbia Británica y analista de investigación de Recursos Naturales de Canadá.
En un reciente estudio en la región, se encontró la presencia del Populorum mycosphaerella, capaz de producir una toxina que causa lesiones fatales en las hojas, los tallos y las ramas de los árboles de álamo.
El hongo está amenazando álamos en plantaciones que se encuentran en el este de América del Norte. No estaba muy extendido en la Columbia Británica hasta que encontró un brote en 2005 en una plantación en Harrison Mills, que era el sitio de investigación para el estudio.
“Todavía estamos en una etapa donde pensamos que podemos contenerla”, dijo Hamelin. “Nuestra mayor preocupación es que podría extenderse sobre los bosques de álamo negro”, manifetó el profesor Hamelin.
Hamelin advierte además que, “el cambio climático podría desempeñar un papel importante en el hongo en la propagación entre los álamos, pero no sé lo que el hongo va a hacer ya que no es nativo”.
El equipo utilizó la secuenciación del genoma para mapear el ADN del hongo, lo que podría conducir a los investigadores para conseguir un paso más cerca de comprender cómo ataca y mata a los árboles.