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jueves, septiembre 28, 2023

Cómo saber si una ballena azul es diestra

Eso no sorprendió a los investigadores porque muchos animales tienen un sesgo en el lado derecho, y por una buena razón. En los vertebrados, el hemisferio izquierdo del cerebro controla la coordinación, el control motor predictivo y la capacidad de planificar y coordinar acciones, como la alimentación. Y el lado izquierdo del cerebro está vinculado con el ojo derecho.

Etiquetas sensibles al movimiento colocadas en docenas de ballenas azules han revelado que la mayoría tiene un sesgo de lateralización, en otras palabras, son esencialmente «diestros» o «zurdos».

Eso no sorprendió a los investigadores porque muchos animales tienen un sesgo en el lado derecho, y por una buena razón. En los vertebrados, el hemisferio izquierdo del cerebro controla la coordinación, el control motor predictivo y la capacidad de planificar y coordinar acciones, como la alimentación. Y el lado izquierdo del cerebro está vinculado con el ojo derecho.

Sin embargo, incluso las ballenas «diestras» se vuelven zurdas cuando realizan un movimiento, descubrieron los científicos. Cuando las ballenas azules se elevan desde las profundidades para acercarse a un parche de krill cerca de la superficie, realizan rotaciones de 360 grados en un ángulo pronunciado y casi siempre giran hacia la izquierda, incluso aquellas que normalmente son «diestras», según el director del estudio, Ari Friedlaender, experto en cetáceos del Instituto de Mamíferos Marinos de la Universidad Estatal de Oregón, Estados Unidos.

«Los parches de presas cerca de la superficie, entre 10 y 100 pies de profundidad, son generalmente más pequeños y menos densos que las parcelas de presas más profundas y las ballenas azules mostraron un sesgo hacia la izquierda,presumiblemente para poder mantener su ojo derecho sobre el parche de presa y maximizar su esfuerzo», afirma Friedlaender, quien también está en la Facultad de la Universidad de California en Santa Cruz, Estados Unidos.

«Estos son los animales más grandes del planeta y la alimentación es un comportamiento extraordinariamente costoso que lleva tiempo, por lo que es fundamental poder maximizar el beneficio de cada oportunidad de alimentación –explica en un comunicado–. Creemos que esta rotación del lado izquierdo es un mecanismo para ayudar a lograrlo». La investigación ha sido financiada principalmente por la Oficina de Investigación Naval de Estados Unidos y se detalla en un artículo publicado esta semana en la revista ‘Current Biology’.

Se cree que las ballenas azules son los animales más grandes que jamás hayan existido en la Tierra, con el peso de hasta 25 elefantes y con una longitud de casi tres autobuses escolares. Sin embargo, la mayor parte de su dieta está compuesta de krill, pequeñas criaturas parecidas a los camarones que filtran del agua a través de la boca.

UN COMPORTAMIENTO COMO EL QUE DOTA DE DESTREZA A LOS HUMANOS

«La mayoría de los movimientos que rastreamos que involucraron ‘destreza’, tal vez el 90 por ciento, involucraron rotaciones laterales de 90 grados, que es como se alimentan la mayor parte del tiempo –explica Friedlaender–. Las ballenas azules se aproximan a un parche de krill y se ponen de lado. Encontramos muchas de ellas rotando exclusivamente hacia la derecha, menos rotando sólo a la izquierda y el resto exhibía una combinación».

Según el investigador, esto «nunca se había documentado en las ballenas azules antes», pero el fenómeno del cerebro izquierdo/derecho es lo que lleva a la destreza en humanos y el uso de herramientas entre los simios. «El aspecto más curioso fue cómo muchas de las ballenas exhibieron lateralización hacia la izquierda al nadar hacia arriba en un ángulo pronunciado para obtener presas», subraya.

Ese sesgo de lateralización izquierda es inusual en el reino animal, anotaron los investigadores. «Hasta donde sabemos, éste es el primer ejemplo en el que los animales muestran comportamientos lateralizados diferentes según el contexto de la tarea que se realiza», apunta el coautor James Herbert-Read, de la Universidad de Estocolmo, en Suecia.

Los investigadores descubrieron que las ballenas azules rara vez realizaban los giros de 360 grados en las profundidades de la columna de agua, en lugar de utilizar ese movimiento casi exclusivamente en la superficie. Estos expertos teorizan que la razón es que las ballenas necesitan suficiente luz para ver a la presa con su ojo derecho dominante, por lo que tienen que estar más arriba en la columna de agua.

El equipo recogió datos sobre más de 2.800 lanzamientos giratorios hacia presas de 63 ballenas. El estudio es importante porque proporciona nuevos datos tridimensionales sobre los movimientos y comportamientos de alimentación de las ballenas azules capturadas en su entorno natural y proporciona información sobre cómo estos animales son capaces de modificar su comportamiento para tener éxito en un entorno donde los recursos no se distribuyen equitativamente.

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