El Comité Europeo de las Regiones ha aprobado un dictamen sobre el tema «Fomentar la coexistencia con especies conflictivas en el marco de las Directivas de la UE sobre protección de la naturaleza». Estas especies conflictivas compiten con la actividad humana por los recursos y los espacios comunes. Los grandes carnívoros son, frecuentemente, los más problemáticos. La UE alberga cinco de ellos —el oso pardo, el lobo, el glotón y los linces euroasiático e ibérico— y hay poblaciones de al menos uno de ellos en veintiún Estados miembros. El CDR apoya la adopción de más medidas preventivas y la creación de nuevas plataformas y mecanismos de cooperación para plantear inquietudes comunes y aportar las mejores soluciones prácticas. El objetivo consiste en reconciliar la protección de la biodiversidad y la presencia humana allí donde existan conflictos.
En Europa queda de manifiesto que los grandes carnívoros y los humanos pueden, por lo general, compartir el mismo entorno, aunque no es una situación exenta de conflictos. Muchos de los problemas relacionados con la coexistencia de los seres humanos y las «especies conflictivas», principalmente grandes carnívoros como los osos pardos y los lobos, pueden deberse a la presión ejercida por la actividad humana en los hábitats naturales, así como a comportamientos a menudo inadecuados, desde actividades invasivas en zonas protegidas al apresamiento activo para la caza o el turismo.
«Lo que perseguimos es un mejor equilibrio entre las especies conflictivas y la actividad humana. Y, para lograrlo, hemos de insistir en la prevención de conflictos y en encontrar la manera de resolverlos», afirmó el ponente Csaba Borboly (RO/PPE), presidente del Consejo Regional de Harghita, Rumanía.
El ponente Borboly se muestra de acuerdo con el dictamen del CDR sobre el tema «Contribución al programa REFIT: Directivas sobre la conservación de aves y hábitats», elaborado por Robby Biwer (LU/PSE), en el que se señala que, si bien la legislación de la UE es adecuada para los fines que se propone, es preciso emprender más acciones para acelerar su aplicación.
«No es necesario modificar las Directivas medioambientales: a partir de ahora tenemos que centrarnos en la aplicación», resaltó el ponente Borboly. «Hemos de implantar medidas preventivas. La falta de planificación y gestión a largo plazo pone en peligro tanto la conservación de las especies protegidas como la vida y las propiedades de los seres humanos», añadió el ponente.
Al borde de la extinción durante el siglo XX, los grandes carnívoros regresan ahora al continente. Los osos pardos representan el carnívoro grande más abundante en Europa, con un población total que se calcula en torno a los 17 000 ejemplares. Los lobos constituyen la segunda especie más numerosa, con una población total aproximada de 12 000 ejemplares Se calcula que existen cerca de 9 000 linces euroasiáticos, mientras que el número estimado de glotones se aproxima a los 1 250.
Los miembros respaldan una mayor evaluación del impacto de las infraestructuras viarias y ferroviarias en las distintas etapas de planificación a fin de evitar la invasión de hábitats y corredores utilizados por los grandes carnívoros en toda la UE. Esta situación exige que se preste especial atención al grado de ordenación territorial y al diseño de la gestión en las zonas de protección y las áreas colindantes.
Por lo que respecta a la investigación y el desarrollo, el ponente Borboly señala la necesidad de evitar la aparición de disparidades en los programas por el hecho de que las regiones y los municipios donde existan zonas de gran valor natural y hábitats importantes cuenten con una menor representación por estar menos desarrolladas.
Los miembros están de acuerdo en que es necesario acometer nuevas medidas para promover el máximo aprovechamiento de las externalidades positivas —que con tanta frecuencia salen a relucir cuando se habla de biodiversidad y grandes depredadores— en las comunidades locales afectadas.
El dictamen del CDR da a conocer cuáles podrían ser algunos de los próximos pasos. En primer lugar, se deberá celebrar en 2019 una conferencia conjunta con la Comisión Europea sobre la coexistencia con las especies conflictivas y, en particular, los grandes depredadores. En segundo lugar, se habrá de velar por que las comunidades locales y regionales se impliquen de manera directa y puedan participar eficazmente en las plataformas y mecanismos de cooperación sobre las especies conflictivas, así como en la formulación de políticas en este ámbito. En tercer lugar, se solicitará a la Comisión Europea que publique recomendaciones y directrices sobre esta cuestión para ayudar también a los Estados miembros a intercambiar buenas prácticas. Por último, hay que estudiar la posibilidad de crear una agrupación europea de cooperación territorial (AECT) para aquellos entes locales y regionales que se vean afectados por los grandes depredadores.
Los grandes carnívoros en Europa. La ciencia. Diciembre de 2014, Recovery of large carnivores in Europe’s modern human-dominated landscapes.
- El oso pardo es el carnívoro grande más abundante en Europa, con un número total estimado en torno a los 17 000 ejemplares. Todas sus poblaciones se han mostrado relativamente estables o presentan una ligera expansión.
- Los lobos constituyen la segunda especie más numerosa, con una población total que se calcula que supera los 12 000 ejemplares.
- El número total estimado de linces euroasiáticos se sitúa en torno a los 9 000 (cuadro S6), y la mayoría de estas poblaciones se han mostrado por lo general estables en la última década.
- Por último, se calcula que en Europa viven cerca de 1 250 glotones, un número que va en aumento.
DG Medio Ambiente, Comisión Europea, Los grandes carnívoros en la UE
La Unión Europea alberga cinco especies de grandes carnívoros, el oso pardo, el lobo, el glotón y dos especies de linces, el euroasiático y el ibérico. Todas estas especies han acusado históricamente un drástico declive en sus poblaciones y su distribución como consecuencia de la actividad humana. Gracias a un mayor número de animales de presa y de superficie boscosa, así como a una legislación propicia, en las últimas décadas se ha registrado una reacción positiva, con una estabilización y un nuevo incremento de las poblaciones en la mayoría de estas especies. Consiguientemente, asistimos ahora al regreso de estos animales a numerosas zonas donde llevaban décadas desaparecidos. Hay poblaciones de al menos una de estas especies en veintiún países de la UE.