En ecosistemas donde la supervivencia es difícil, como el alpino, plantas como el clavel rastrero juegan un importante papel porque protegen a otras especies.
Las plantas alpinas responden al cambio climático cambiando su comportamiento aunque los Pirineos serían el «límite térmico» para muchas especies y se prevén cambios significativos con el aumento de la temperatura. En concreto, un estudio en el que participa un investigador del Museo Nacional de Ciencias Natural (MNCN-CSIC) ha estudiado durante tres años al el clavel rastrero, una especie benefactora que protege a otras plantas en ecosistemas fríos y austeros como el alpino, para estudiar de analizar los efectos de la subida de las temperaturas en los ecosistemas.
Los límites norte y sur de la distribución de la planta, Laponia y Pirineos señalan que los resultados apuntan que la planta estaría cerca de sobrepasar su límite térmico en los Pirineos y coinciden con estudios previos en mostrar los riesgos del aumento de temperaturas para los ecosistemas peninsulares. El estudio analiza las modificaciones en la respuesta del clavel rastrero, Silene acaulis, es una planta de hoja perenne que crece formando densas almohadillas entre las rocas o formando grandes círculos en los prados húmedos de las zonas alpinas.
En ecosistemas donde la supervivencia es difícil, como el alpino, plantas como el clavel rastrero juegan un importante papel porque protegen a otras especies. Durante tres años, los investigadores han simulado con invernaderos los efectos del calentamiento climático sobre esta especie en los límites de su área de distribución: Laponia (Suecia) al norte y el Pirineo aragonés al sur.
El investigador del MNCN Jesús Villellas ha señalado que han analizado el efecto de la subida de las temperaturas y la presencia o no de plantas de otras especies. En Laponia el crecimiento del clavel se vio favorecido por el aumento de la temperatura pero los efectos fueron más negativos en España. «El aumento de la temperatura en el pirineo frenó su crecimiento, lo que sugiere que esta especie podría sobrepasar su límite térmico con el calentamiento climático«, explica Villellas.
Sorprendentemente, en los Pirineos, el calentamiento incrementó la producción de frutos del clavel rastrero cuando éste crecía sin plantas a su alrededor, mientras que dicha producción disminuyó cuando el clavel compartía espacio con otras especies. Mientras tanto, en Laponia comprobaron como el clavel respondía más positivamente al calentamiento cuando se encontraba rodeado de otras especies.
«Las predicciones sobre el cambio global suelen ignorar las interacciones que se producen entre las especies en sus áreas de distribución. Con los datos obtenidos hemos detectado que la respuesta de las plantas al aumento de las temperaturas puede depender de su posición geográfica y de la interrelación con otras especies. Estos datos nos ayudan a mejorar las medidas que se pueden tomar así como las previsiones de cambios», concluye el investigador.