Para retomar la caza comercial de ballenas, Tokio ha establecido una cuota de 227 cetáceos hasta finales del año, según ha informado el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca (MAFF, por sus siglas en inglés).
Los balleneros japoneses podrán cazar en las aguas territoriales y en la zona económica exclusiva de Japón 52 rorcuales aliblancos o Minke (Balaenoptera acutorostrata), 150 rorcuales de Bryde (Balaenoptera brydei) y 25 rorcuales boreales (Balaenoptera borealis).
«A partir de hoy, me gustaría que los balleneros realizaran la captura observando la cuota y buscando revitalizar la industria ballenera», ha indicado el titular de Pesca, Takamori Yoshikawa, citado por la agencia Kiodo.
Japón se incorporó a la CBI en 1951, tres años después de la fundación del organismo, y suspendió la caza comercial de ballenas en 1988. Siguió capturando estos cetáceos «con fines científicos», aunque la carne de ballena se podía adquirir esporádicamente en supermercados y restaurantes.
El consumo de la carne de ballena en Japón se redujo de unas 233.000 toneladas anules en 1962 (el equivalente de unos 2,4 kilos per cápita) a unas 5.000 toneladas en los años recientes, según las estadísticas oficiales.
A lo largo del pasado año, los balleneros japoneses cazaron 637 animales, supuestamente con fines de investigación científica.
















