La distribución de mosquito tigre, una especie invasora hasta ahora concentrado en el litoral mediterráneo se está expandiendo al interior de la Península por el calor y las abundantes lluvias de los últimos meses.
Según la empresa de control del plagas Anticimex, se está trabajando con ayuntamientos y particulares para poner freno a la expansión de este insecto tras detectarse un «aumento exponencial» y una extensión por otras zonas de la geografía donde la plaga no es habitual.
Su presencia es un riesgo para la salud. El doctor en entomología experto en su control en Anticimex Mikel Bengoa ha alertado de que la presencia del insecto va a ser mayor en la costa mediterránea y, además este año va a expandirse hasta lugares donde, en condiciones normales no se esperaría su llegada, puesto que ya se ha detectado su presencia en ciudades y pueblos de Andalucía o Extremadura, aunque en una densidad menor. Bengoa alerta de que la situación es «probable que empeore en las próximas semanas».
La picaduras de mosquito tigre puede actuar como transmisor de enfermedades como el dengue, el chikungunya o el Zika. «El objetivo es seguir manteniendo bajas las poblaciones de mosquito tigre para proteger la salud y el bienestar de la sociedad», concluye.
Finalmente, recuerda que cualquier recipiente que retenga agua durante más de 7 días es un candidato para convertirse en un criadero de mosquitos tigre. Las urbanizaciones y las fincas con mucho jardín son los principales afectados, ya que los mosquitos tigre adultos necesitan vegetación para descansar y personas sobre las que alimentarse.
