La FFRF también recuerda la transcencencia de desarrollar campañas de información sobre los beneficios de las producciones agrarias de origen autóctono o local diferenciando estos productos con un sello de garantía. Precisamente el desconocimiento del origen de los productos que consumimos es una de las razones más importantes de la desaparición de estas especies, ya que la demanda de productos de origen autóctono es muy baja.
En la Comunidad de Madrid, se impulsa, desde hace décadas, la protección y mantenimiento de razas puras autóctonas de dicha Comunidad, como es el caso de las ovejas colmenareña (también llamada negra de Colmenar), la rubia de El Molar y la cabra del Guadarrama, actualmente en peligro de extinción.
Es destacable, que estas razas ovinas están muy aclimatadas y adaptadas a su entorno, lo que se traduce en un índice de fertilidad muy elevado. Lamentablemente su situación actual es muy precaria «En la actualidad, hay 3.200 ejemplares de oveja colmenareña y 1.000 de rubia de El Molar», explica el veterinario Juan José Urquía, director del departamento Ganadero del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la región. Hace diez años la situación era si cabe más delicada. Entonces, «de colmenareña había 2.530 ejemplares y de rubia, 923», según los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente.
En cambio, con la cabra del Guadarrama, cuyo censo es mayor que en el caso de las otras razas ganaderas, la situación no ha mejorado. Hace diez años había 7.204 ejemplares inscritos en libros genealógicos, según la citada Consejería. Sin embargo, hoy hay «unos 4.600 ejemplares en la Comunidad de Madrid, a los que habría que sumar los presentes en la provincia de Ávila», explica Urquía.
Los esfuerzos de conservación van encaminados, también, a la consecución de éxitos como el del queso «La Cabezuela» realizado en Madrid, que en el 2011 fue galardonado con la medalla de bronce en los World Cheese Awards. Éste queso tiene la peculiaridad de estar elaborado íntegramente con queso de cabra del Guadarrama, lo que demuestra la calidad de la leche producida por esta clase de cabras. Se trata de la primera vez que un queso de Madrid obtiene este galardón en el que participan más de 2.000 quesos de más de 40 países de todo el mundo.
Conocer y demandar las razas de ganado autóctono no sólo resulta vital para la biodiversidad, sino también para preservar nuestro patrimonio alimentario y por qué no, también la calidad de los alimentos que se producen.
Otros proyectos relacionados con las variedades locales, como el de la Red Andaluza de Semillas involucra a los agentes sociales implicados en la producción de alimentos: agricultores, técnicos e investigadores e, incluso consumidores. El proyecto enfoca la recuperación de variedades autóctonas como una estrategia mixta de conservación de la biodiversidad y potenciación del desarrollo sostenible.