La falta de gestión forestal, la negligencia humana, el cambio climático
y ahora la crisis económica amenazan los bosques del Mediterráneo. WWF denuncia que este verano los incendios descontrolados han devastado más de 370.000 hectáreas de bosque muy importante por su riqueza ecológica y económica, así como tierras de cultivo, en Grecia, Portugal, España e Italia.
WWF lamenta que durante el verano de 2012 el fuego haya arrasado grandes áreas de ecosistemas importantes, además de tierras de cultivo muy productivas, como los Parques Nacionales de Garajonay y Teide, en las islas Canarias, o el Parque Nacional de Cabañeros. También se ha incendiado parte del Espacio Natural de la Serra do Caldeirão, en el sur de Portugal, y el Parque Nacional del Pollino, en Italia, además de zonas rurales importantes a nivel económico, como los lentiscos (Pistacia lentiscus var chia) de la isla de Chios, en Grecia, de los que se extraen unas resinas aromáticas.
A pesar de que los bosques de la zona mediterránea son altamente vulnerables a los incendios forestales, en los grandes incendios convergen la deficiente ordenación de los usos del territorio, la falta de gestión forestal planificada y responsable y la negligencia humana, lo que se ve agravado en el actual contexto de cambio climático y supone la mayor amenaza para nuestros bosques y por lo tanto, para el sustento de muchas personas.
Además, la protección de los bosques y los sistemas de extinción de incendios se han visto drásticamente reducidos, especialmente en Grecia, por el recorte presupuestario. Por ejemplo, los cuatro helicópteros de la brigada contra incendios griega se han quedado en tierra durante la temporada de incendios 2012 por la falta de fondos.
A pesar de las condiciones meteorológicas extremas y de la actual crisis económica, los mecanismos españoles de extinción de incendios han controlado la mayoría de los incendios que se declararon en el país. Sin embargo, ha habido 52 grandes incendios, como el incendio de Valencia, que acabó con una vida humana y devastó 52.500 hectáreas, las condiciones meteorológicas extremas hicieron de la extinción una tarea prácticamente imposible. El coste económico de este gran incendio forestal ascendió a 90 millones de euros y el Gobierno español presentó una petición de ayuda a través del fondo solidario de la Unión Europea.
WWF hace un llamamiento a los gobiernos de la región mediterránea y a la Unión Europea para que emprendan una acción urgente para alcanzar una conservación forestal integrada. En concreto, las oficinas nacionales de WWF en Grecia, Portugal, España e Italia declaran que:
- Se necesita un cambio de paradigma para pasar de la extinción del fuego en el último minuto a una gestión forestal sostenible a largo plazo. La gestión forestal integrada a lo largo de los años es más efectiva y rentable que los mecanismos de extinción que se necesitan para apagar un gran incendio forestal.
- La prevención de los incendios forestales debería ser clave en la gestión forestal sostenible, ser coherente con el resto de políticas importantes y estar integrada en las estrategias de adaptación.
- Es vital la coordinación eficaz entre las distintas entidades que se ocupan de las políticas forestales a escala nacional y regional.
- Es necesario desarrollar de forma urgente buenas herramientas que fomenten la concienciación y educación ciudadana sobre los valores que proporcionan los sistemas forestales mediterráneos y sobre la prevención de incendios forestales. WWF pide, además, a todos los ciudadanos, evitar el uso del fuego en las épocas de mayor riesgo de incendios.
- Es urgente una gestión forestal responsable que promueva la producción sostenible de bienes y servicios forestales, especialmente en tiempos de crisis, ya que los efectos sinérgicos de la producción forestal sostenible y la conservación de la naturaleza son beneficiosos tanto ambiental como económicamente.
«La actual crisis económica que se cierne sobre Grecia ha sido un nuevo varapalo a una financiación, que ya era escasa, para la gestión forestal. Sin embargo, el recuerdo del trágico verano de 2007, cuando se perdieron más de 270.000 hectáreas y 80 vidas humanas, nos debe enseñar que el coste de la prevención y la gestión integrada es siempre una solución más barata y más eficaz, en comparación con el coste real de las crisis ambientales», comenta Demetres Karavellas, director de WWF Grecia.
«El comportamiento responsable y la gestión responsable de los bosques son las mejores maneras de evitar los incendios forestales. Las herramientas de gestión forestal, como la certificación FSC, pueden ayudar a los silvicultores a mejorar la gestión de sus tierras. Las buenas prácticas de gestión forestal evitarán incendios forestales, asegurarán la conservación de la biodiversidad y añadirán un valor a los productos forestales que se generan», afirma Rui Barreira, responsable de bosques de la oficina mediterránea de WWF.
«WWF España considera que los grandes incendios forestales que este año han azotado nuestro país son la herencia de un legado de décadas de abandono, falta de coordinación y falta de visión en las políticas forestales. Este año, las condiciones meteorológicas extremas han provocado un año de alto riesgo de incendios forestales. Las consecuencias han sido devastadoras. Es necesario revertir esta situación mediante el desarrollo de herramientas de gestión y promoción de mercados de productos forestales, como nuevo motor para el modelo económico sostenible y ecológico», señala Enrique Segovia, director de conservación de WWF España.
«Las condiciones meteorológicas excepcionales pueden haber contribuido a aumentar el número de incendios, pero hay que decir que en Italia la primera causa de incendios sigue siendo el comportamiento del hombre. Los datos oficiales confirman que uno de cada cuatro incendios es causado por pirómanos y criminales, mientras que uno de cada tres incendios es causado por personas que subestiman los posibles riesgos. La prevención de incendios debe permanecer en la cima de la agenda política a lo largo del año y deben asegurarse las herramientas y financiación adecuadas para la extinción de incendios», comenta Massimiliano Rocco, director de la oficina de TRAFFIC, Especies y Bosques de WWF Italia.
Para más información:
– Demetres Karavellas, Director, WWF Grecia, [email protected], 0030 69 824 71 721
– Ângela Morgado, Coordinadora, WWF MedPO en Portugal, [email protected], 0035 19 184 28 829
– Enrique Segovia, Director de Conservación, WWF España, [email protected], 0034 91 354 05 78
– Massimiliano Rocco, Director de TRAFFIC, Especies y Bosques de WWF Italia, [email protected], 0039 06 844 97 357
Notas al editor:
- Los bosques son uno de los ecosistemas más importantes de la región mediterránea: poseen una rica biodiversidad (unas 25.000 especies de plantas de las cuales el 50% son endémicas) y desempeñan un papel fundamental a la hora de asegurar la resiliencia y adaptabilidad al cambio climático de los ecosistemas y servicios ecosistémicos de los que depende el ser humano. Cada año se pierden 400.000 hectáreas de tierras debido a los incendios forestales. La expansión de los incendios es una de las consecuencias más directas del cambio climático que afecta a los bosques mediterráneos. Los impactos del cambio climático, combinados con los cambios rápidos y abruptos del uso de la tierra, el abandono de zonas rurales, la falta de gestión forestal y las deficiencias en los sistemas de protección nacional de los bosques y extinción de incendios, están provocando un aumento en la frecuencia, intensidad y extensión de los incendios.
- WWF reconoce que los ecosistemas forestales mediterráneos proporcionan una biodiversidad única, funciones ecológicas y valores culturales. Uno de sus principales objetivos es mantener, restaurar, asegurar y cuidar los bosques para que sigan proporcionando servicios ecosistémicos para las generaciones presentes y futuras.