La Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA) considera «imperativo» aumentar el grado de información que se ofrece a los consumidores sobre el origen de los productos de origen animal y en concreto que especifiquen su trato en vida y el modo de sacrificio, según ha informado la organización tras la concentración que han hecho este jueves frente a la sede de la Comisión Europea en Madrid.
El objetivo, según ha señalado el portavoz de ANDA, Alberto Díez, el ciudadano pueda valorar si le interesa o no un producto procedente de un animal que «ha sufrido innecesariamente» gracias a un sistema de etiquetado análogo al que ya incorporan los huevos.
La asociación ha entregado un documento a la comisión pidiendo que apoye la campaña «Labbelling Matters», puesta en marcha por organizaciones internacionales proderechos de los animales como son la Compassion in World Farming (CIWF), la Royal Society for the Protection of Animals (RSPCA) y la Soil Association y la World Society for the Protection of Animals (WSPA).
Además, ha indicado que, según un estudio independiente encargado por estas entidades, ocho de cada diez consumidores desean saber de dónde procede la carne y los productos lácteos.
En esta línea, Díez comenta que la experiencia de clasificación de los huevos en función de la procedencia de las ponedoras, que ha aumentado «considerablemente» el consumo de los que provienen de gallinas criadas en libertad, demuestra que un etiquetado «supondría una clara mejora para los animales».
En su opinión, «para un consumidor ahora mismo es casi imposible saber cómo ha vivido el animal que se está comiendo, e incluso de dónde procede».
FRAUDES EN LOS PRODUCTOS CÁRNICOS
ANDA ha señalado que el pasado mes de julio, Holanda propuso en el Consejo de Agricultura de la UE que la carne procedente de animales sacrificados sin aturdimiento por motivos religiosos, principalmente halal y kosher, sea etiquetada ofreciendo esta información al consumidor, propuesta que actualmente la Comisión Europea está estudiando.
Por el contrario, ha indicado que la delegación española no se mostró a favor de reflejar en las etiquetas de la carne si el sufrimiento del animal ha sido minimizado, a pesar de que, según datos de la asociación, en España parte de la carne procedente de mataderos donde, supuestamente por motivos religiosos, no se aturde a los animales previamente a su matanza llega al mercado como si fuera carne de animales sacrificados con el mínimo dolor.
En este sentido, la asociación recuerda que la Comisión no permite este tipo de sacrificio si no es por causas religiosas así que la situación española «atenta contra este principio europeo, así como contra el derecho de los consumidores a estar bien informados».
Finalmente, ha remarcado que otro fraude relativo a la carne ha sido la introducción de caballo enmascarado como ternera en varios productos cárnicos.
ECOticias.com – ep