Por este programa, iniciado en el valle de Fornela en 2013, García de Celis ha recibido por unanimidad, junto a Luis Carlos Martínez Fernández, el premio Consejo Social a la Innovación Docente otorgado por la Universidad de Valladolid por los materiales orientados a su aprovechamiento local.
Alipio García de Celis, director del Departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid y miembro del Comité Científico de la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses (RBALE), ha presentado hoy en el Teatro Villafranquino los resultados del trabajo de campo desarrollado durante el año 2014 para la identificación de Lugares de Interés Geomorfológico en el municipio de Villafranca del Bierzo (León), en una obra similar a la que saldrá a la luz a principios de 2015 para el municipio de Peranzanes, ambos ayuntamientos, miembros del Consorcio de la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses.
El programa Geodiversidad y Patrimonio Geomorfológico de la RBALE. Bases para su gestión, protección y aprovechamiento sostenible, coordinado por García de Celis, se concreta fundamentalmente en el reconocimiento de la Geodiversidad; el inventario de Ligares de Interés Geomorfológico y en una propuesta de rutas y diseño de materiales susceptibles de uso con fines turísticos basados en el aprovechamiento del patrimonio natural.
Por este programa, iniciado en el valle de Fornela en 2013, García de Celis ha recibido por unanimidad, junto a Luis Carlos Martínez Fernández, el premio Consejo Social a la Innovación Docente otorgado por la Universidad de Valladolid por los materiales orientados a su aprovechamiento local.
El proyecto contempla la elaboración del Inventario del patrimonio geomorfológico, valoración de la geodiversidad y propuesta de rutas turísticas por los Ancares Leoneses, que permitió a los alumnos ser partícipes de una experiencia real de aprendizaje-servicio.
Según el propio Alipio Gacría, la filosofía que inspira este programa se puede resumir en que “se pretende alcanzar un conocimiento lo más amplio posible de la geodiversidad de la RBALE y de su patrimonio geomorfológico para que, basándose en este conocimiento, se puedan sentar las bases de una correcta gestión del mismo. El aprovechamiento turístico debe ser sostenible, no puede poner en peligro ni los valores intrínsecos de tal patrimonio , ni la comunidad de su aprovechamiento y disfrute por las generaciones futuras”.