Los paleontólogos hicieron este descubrimiento, que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences, analizando huesos del tobillo de este género de hace 65 millones de años, recogidos de sitios en el noreste de Montana, Canadá.
Un nuevo estudio ha encontrado que ‘Purgatorius’, un pequeño mamífero extinto que vivió a base de una dieta de frutas e insectos, era un habitante de los árboles.
Los paleontólogos hicieron este descubrimiento, que se publica en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, analizando huesos del tobillo de este género de hace 65 millones de años, recogidos de sitios en el noreste de Montana, Canadá.
‘Purgatorius’, parte de un grupo extinto de primates llamados ‘Plesiadapiformes’, aparece por primera vez en el registro fósil poco después de la extinción de los dinosaurios no aviares. Algunos científicos han especulado sobre los años en los que los plesiadapiformes primitivos eran terrestres y que los primates pasaron a la copa de los árboles más tarde.
«El libro de texto que estoy utilizando actualmente en mis cursos de antropología biológica todavía tiene una ilustración del ‘Purgatorius’ caminando sobre el suelo. Esperemos que este estudio cambie lo que aprenden los estudiantes sobre la evolución más temprana de los primates y coloque al ‘Purgatorius’ en los árboles como le corresponde por derecho», plantea Stephen Chester, autor principal del artículo y que llevó a cabo gran parte de la investigación durante su doctorado en la, Estados Unidos.
Hasta ahora, los paleontólogos sólo contaban con los dientes y las mandíbulas del animal para examinarlo, lo que convirtió en un misterio gran parte de su aspecto y comportamiento. La identificación de los huesos del tobillo de ‘Purgatorius’, que se hallaron en la misma zona que los dientes, dio a los investigadores una idea mejor de cómo vivía.
«Los huesos del tobillo tienen características de diagnóstico de la movilidad que sólo están presentes en los de los primates y sus parientes cercanos de hoy –explica Chester, actualmente, profesor asistente en el ‘Brooklyn College’ de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos–. Estas características únicas habrían permitido a un animal como ‘Purgatorius’ girar y ajustar sus pies para agarrarse a las ramas mientras se mueve por los árboles. Los mamíferos terrestres que viven carecen de estas características y son más adecuados para propulsarse hacia adelante de una manera más restringida, como un movimiento hacia delante y hacia atrás».
La investigación sugiere, según los investigadores, que la divergencia de los primates de otros mamíferos no fue un evento espectacular. Más bien, los primates desarrollaron cambios sutiles que les permitieron moverse más fácilmente y mejor para acceder a los alimentos de los árboles.
ep