“El Refugio sostiene la gama más diversa de la vida silvestre en todo el Ártico, es hogar no sólo para el caribú, también para los osos polares, lobos grises, y bueyes almizcleros. Las especies de aves de la Llanura Costera migran a los 50 estados del país, lo que significa que no importa dónde usted vive, el Refugio de Vida Silvestre del Ártico es parte de su paisaje “.
Citando tradiciones nativas como la pesca de subsistencia, entre otras consideraciones, el presidente Barack Obama ha designado 12,3 millones de hectáreas como el Arctic National Wildlife Refuge, poniéndolo a perpetuidad fuera de los límites de la extracción de petróleo y gas.
“Es la propuesta de protección más radical hecha por un presidente en 35 años”, según National Geographic, y crea el área silvestre más grande en la historia de Estados Unidos”.
“El Refugio de la llanura Costera del Ártico, es uno de los pocos lugares que quedan en el país como región prístina. En esta región del extremo norte las comunidades nativas de Alaska la conocen como” La zona Sagrada, lugar donde la vida comienza”, según dijo el comunicado de la Casa Blanca.
“El Refugio sostiene la gama más diversa de la vida silvestre en todo el Ártico, es hogar no sólo para el caribú, también para los osos polares, lobos grises, y bueyes almizcleros. Las especies de aves de la Llanura Costera migran a los 50 estados del país, lo que significa que no importa dónde usted vive, el Refugio de Vida Silvestre del Ártico es parte de su paisaje “.
“La designación de vastas áreas en el Refugio Nacional de Fauna Silvestre del Ártico refleja la importancia que este paisaje tiene para el gobierno de Estados Unidos su vida silvestre”, dijo el secretario del Interior de Sally Jewell en otro comunicado. “Así como Yosemite o el Gran Cañón, el Refugio de Vida Silvestre del Ártico es una de las joyas de nuestra nación, y tenemos la obligación de preservar este lugar espectacular para las generaciones venideras.”
El vídeo a continuación en la voz del presidente Barack Obama se describen los motivos de su decisión de preservar el Arctic National Wildlife Refuge.
Pero no bien lo había hecho, cuando sin embargo, dos días más tarde el presidente Barack Obama también anunció la apertura de las aguas de la costa atlántica para la exploración de petróleo y gas natural, pero dejó fuera de límites vastas áreas del Ártico.
En cuanto Alaska, el plan contempla licitar la exploración en parte del espacio territorial de los mares de Chukchi, donde ya se han dado algunos permisos, y de Beaufort, ambos en el océano Ártico. Sin embargo, se prohibirá toda actividad en un largo tramo de costa que baña el primero de esos mares, al este de la población de Barrow. El plan también incluye la apertura a la exploración de un pequeño campo, en la ensenada de Cook, frente al litoral central del sur de Alaska.
Esto ha generado la ira de los ambientalistas y de personas que viven en la costa Este de Estados Unidos quienes temen que una potencial fuga petrolera amenace las playas que son la parte central de la industria turística.
El Centro para la Diversidad Biológica criticó el nuevo plan de perforación, citando el derrame de BP en el Golfo de México, así como una serie de contratiempos en 2012 que finalmente causó que Shell suspendiera sus operaciones de perforación en aguas profundas en Alaska .
“El desastre de la plataforma Deepwater Horizon y el embarazoso fiasco de perforación de Shell en el Ártico en 2012, deberían haber sido llamado de atención a la administración Obama”, dijo Miyoko Sakashita, Director del programa Océanos en el Centro para la Diversidad Biológica, en un comunicado. “En cambio, el presidente parece estar en sonambulismo frente a la próxima gran pesadilla por derrames de petróleo en costas”.