De acuerdo con el Real Decreto 181/2008, de 8 de febrero el «Boletín Oficial del Estado», más conocido como BOE o diario oficial del Estado español, es el medio de publicación de las leyes, disposiciones y actos de inserción obligatoria.
El «Boletín Oficial del Estado», BOE se publica todos los días del año, salvo los domingos. No obstante, el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática puede ordenar la publicación de números extraordinarios.
¿Qué podemos encontrar publicado en el BOE?
- Las disposiciones generales de los órganos del Estado y los tratados o convenios internacionales.
- Las disposiciones generales de las Comunidades Autónomas, de acuerdo con lo establecido en los Estatutos de Autonomía y en las normas con rango de ley dictadas para el desarrollo de los mismos.
- Las resoluciones y actos de los órganos constitucionales del Estado, de acuerdo con lo establecido en sus respectivas leyes orgánicas.
- Las disposiciones que no sean de carácter general, las resoluciones y actos de los departamentos ministeriales y de otros órganos del Estado y Administraciones públicas, cuando una ley o un real decreto así lo establezcan.
- Las convocatorias, citaciones, requisitorias y anuncios cuando una ley o un real decreto así lo establezcan.
El Consejo de Ministros podrá excepcionalmente acordar la publicación de informes, documentos o comunicaciones oficiales, cuya difusión sea considerada de interés general.
Datos de gran importancia recopilados del BOE
Los datos estaban en el BOE, en el Boletín Oficial del Estado, y no se habían percatado de la gran importancia que tenían hasta que se dieron cuenta de que era información esencial de 59 especies en peligro de extinción. Un equipo de investigadores del Instituto de Biodiversidad y Medioambiente BIOMA de la Universidad de Navarra ha rescatado más de 1200 registros primarios de biodiversidad. Toda esta información se encontraba en evaluaciones medioambientales realizadas entre los años 2013 y 2023.
El estudio proporciona una base de datos clave para la conservación y toma de decisiones en este ámbito, según informa la Universidad de Navarra. Esos datos, hasta ahora ocultos en resoluciones administrativas, han sido transformados en un conjunto localizable, accesible, interoperable y reutilizable (FAIR) y se han publicado en el portal internacional de la Infraestructura Global de Información de Biodiversidad (GBIF).
La investigación se ha publicado en Biodiversity Data Journal y en ella han participado Maite Telletxea, Rafael Miranda, Arturo Ariño y David Galicia. “Que los datos existentes permanezcan ocultos demuestra que no somos totalmente eficientes en la gestión de datos de biodiversidad y permite que se desperdicie una enorme cantidad de información que podría ser utilizada para la conservación de especies amenazadas”, explica Telletxea, autora principal del estudio.
Los investigadores revisaron miles de documentos del Boletín Oficial del Estado (BOE), identificando 4630 registros de especies, de los cuales 1263 corresponden a observaciones de campo verificadas. Las especies incluidas abarcan 59 taxones amenazados o protegidos en España, desde murciélagos y aves rapaces hasta tortugas y anfibios, muchas de ellas catalogadas como vulnerables o en peligro de extinción.
En las localidades navarras de Lazagurría, Mendavia, Oyón, Peralta y Ujué se han identificado 43 registros que pertenecen a 25 especies distintas, entre las cuales destacan 19 incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Navarra.
De estas, seis están en peligro de extinción (como el águila perdicera y el murciélago mediterráneo de herradura); dos son sensibles a la alteración de su hábitat (murciélago de cueva y ganga ortega); seis son consideradas vulnerables (entre las que se encuentra el alimoche o Milano Real); y cinco son consideradas de interés especial (como es el caso del colirrojo real y nóctulo grande).
Para extraer estos datos, utilizaron técnicas avanzadas de minería de textos automatizada y revisión manual, con una precisión y recuperación de datos superiores al 93%. Posteriormente, los registros fueron georreferenciados y adaptados al estándar Darwin Core, lo que permite su integración en infraestructuras internacionales de datos abiertos como GBIF.
Este esfuerzo contribuye a reducir el volumen de lo que se conoce como “datos oscuros”, información científica válida que no se comparte. “Publicar nuestros datos o movilizar los datos oscuros es importante porque cualquier dato puede contener información valiosa sobre estas especies, que enriquecerá la evidencia disponible para la investigación científica y la gestión ambiental”, destaca el coautor Rafael Miranda.
Esta investigación posibilita ampliar el conocimiento disponible sobre biodiversidad en España y además sirve de ejemplo sobre cómo el acceso a datos públicos puede generar beneficios reales para la gestión del medio ambiente y la conservación de la vida silvestre. “Los datos, al igual que el conocimiento que vamos adquiriendo, tienen que ser compartidos”, resalta Maite Telletxea.