Los países reunidos en Roma para concluir la gran conferencia de las Naciones Unidas sobre la biodiversidad (COP16) lograron este jueves por la noche alcanzar un acuerdo de último minuto para financiar la conservación de la naturaleza, una verdadera prueba para la credibilidad de la cooperación internacional.
Este compromiso, fruto de seis horas de negociaciones entre una treintena de países fue puesto sobre la mesa al final de la jornada, trayendo un viento de cauto optimismo a la sede de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en Roma, donde se desarrollaban los debates.
El compromiso debería permitir financiar la aplicación del acuerdo de Kunming-Montreal, que fue firmado a finales de 2022 y que fija 23 objetivos de aquí a 2030 para frenar la destrucción de la biodiversidad mundial, entre los que destaca el de proteger el 30% de las áreas marinas y terrestres de todo el planeta.
Adiós COP16, bienvenida COP17 (Armenia – 2026)
Al cierre de la reanudada Conferencia de Biodiversidad de la ONU (COP16.2) en Roma, las organizaciones ecologistas felicitan a las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU y a la Presidencia de la COP16 por haber alcanzado un acuerdo crucial sobre la financiación de la biodiversidad.
Las Partes definieron el camino a seguir para un sistema de financiación eficaz, acordando una hoja de ruta hasta 2030, que incluye una decisión en 2028 sobre el mecanismo financiero. Esta nueva arquitectura de financiación impulsará acciones en favor de la biodiversidad más allá de 2030, apoyando la implementación a largo plazo del Convenio sobre la Diversidad Biológica de manera equitativa.
Los Estados han dado un paso en la dirección correcta, al alcanzar estos avances multilaterales en un contexto político global tan desafiante. Existe consenso sobre cómo estructurar los acuerdos financieros necesarios para detener la pérdida de biodiversidad y restaurar la naturaleza.
Sin embargo, este paso, aunque necesario, no es suficiente. Ahora comienza el verdadero trabajo. Preocupa que las naciones desarrolladas aún no estén en camino de cumplir con su compromiso de recaudar 20 000 millones de dólares para 2025 en apoyo a los países en desarrollo. Invertir en la naturaleza es una cuestión de supervivencia, es un seguro de vida global. A través de ello, podemos mitigar la crisis climática, fortalecer los ecosistemas, estabilizar los precios de los alimentos y almacenar carbono, evitando los patrones climáticos extremos que desplazan a las personas. Debemos aprovechar esta oportunidad para invertir en la naturaleza.
Con el principal obstáculo superado en la arquitectura financiera de biodiversidad, las conversaciones de la COP16 también dieron lugar a otras decisiones clave, incluida una estrategia de movilización de recursos para implementar el Marco Global de Biodiversidad entre 2025 y 2030. Asimismo, se solicitó un diálogo internacional entre Ministros de Medio Ambiente y Finanzas de países desarrollados y en desarrollo para acelerar la movilización de recursos.
Las organizaciones ecologistas celebran la estrategia integral de movilización de recursos adoptada en Roma, que ayudará a acelerar las acciones en biodiversidad hacia 2030. Los negociadores de todos los países, organizados regularmente en grupos regionales, dejaron de lado sus diferencias para forjar un camino común. Sin embargo, sigue siendo urgente movilizar financiación de todas las fuentes – públicas, privadas, nacionales y filantrópicas – para alcanzar los 200 000 millones de dólares anuales comprometidos para 2030.
Muchos avances
También se adoptó un proceso para la Revisión Global en 2026 durante la COP17, en Armenia, que será clave para evaluar el progreso en la implementación del Marco Global de Biodiversidad y corregir el rumbo si los países no están cumpliendo con sus compromisos. Instamos a las Partes a garantizar oportunidades adecuadas para que la sociedad civil participe en este proceso de revisión.
Uno de los mayores logros de la conferencia en Roma fue el establecimiento del Fondo Cali, acordado en Colombia durante la primera parte de la conferencia. Este fondo busca movilizar recursos financieros cruciales provenientes de empresas que utilizan información genética secuenciada digitalmente. Aunque aún no ha recibido contribuciones, representa una gran victoria para los pueblos indígenas y las comunidades locales, quienes recibirán el 50 % de los fondos para apoyar acciones locales de biodiversidad. Consideramos que el Fondo Cali será clave para garantizar avances en los tres objetivos del Convenio, de cara a 2030 y más allá.
El liderazgo de la Presidencia de la COP16 ha sido fundamental a lo largo de este complejo proceso. Gracias a ello, las Partes confiaron en que el acuerdo era posible. Ahora, debemos construir sobre esta confianza y convertir el impulso en acción tangible. Es crucial que las Partes aceleren la implementación del Marco Global de Biodiversidad. Debemos trabajar colectivamente para que los compromisos asumidos hoy se traduzcan en cambios reales y positivos para la naturaleza y las personas.
Otra decisión importante fue el fortalecimiento de la cooperación entre el Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU y otras organizaciones internacionales. También se adoptaron indicadores clave para el marco de seguimiento, incluyendo uno esencial para medir el impacto de la producción y el consumo sobre la naturaleza.
En cuanto a las Estrategias y Planes de Acción Nacionales para la Biodiversidad (NBSAP, por sus siglas en inglés), solo el Reino Unido publicó su plan nacional durante la reunión. Con esto, el total de Partes que han presentado sus NBSAP asciende a 46. Hoy viernes 28 se inicia la cuenta atrás de un año para que las Partes presenten sus informes de implementación del Marco Global de Biodiversidad (28 de febrero de 2026). Sin embargo, 150 países aún no han publicado un plan de acción actualizado.
Muchos ahora apuntan hacia la COP30 de la CMNUCC sobre cambio climático en Brasil, a finales de este año. Este evento, que se celebrará en la Amazonía – un sumidero de carbono crítico que podría alcanzar un punto de inflexión irreversible para 2050 – deberá enviar una señal clara sobre la urgencia de transformar los sistemas de energía, alimentación y financiación, así como de conservar y restaurar la naturaleza.
La COP30 representará una oportunidad clave para fortalecer el papel de la naturaleza y las soluciones basadas en la naturaleza en las negociaciones climáticas y los planes de acción nacionales, además de centrar la atención en la eliminación de la deforestación y la restauración de los bosques tropicales.
