Hoy 1 de Noviembre es el Día Mundial de la Ecología 2025, una fecha muy significativa que tiene como objetivo concienciar y sensibilizar a las personas acerca de lo necesario que resulta de proteger y preservar el medio ambiente y la biodiversidad del planeta, además de reconocer la importancia de la Ecología como disciplina y de la labor que los ecólogos realizan
¿Qué es la ecología?
Es el estudio de las interacciones que existen entre las sociedades humanas y su entorno. Al estudiar estos comportamientos, podemos minimizar nuestro impacto. Recordemos que el planeta es un gran ecosistema que necesita mantener el equilibrio de los innumerables sub-ecosistemas que lo componen. Cada elemento es necesario para que subsistan los demás.
El origen de la ecología
El concepto de ecología fue acuñado en 1866 por el biólogo alemán Ernst Haeckel en plena Revolución Industrial. El rápido desarrollo de las sociedades ya suscitaba interrogantes sobre la sostenibilidad de este nuevo modelo. Con el concepto de ecología, la comunidad científica comenzó, ya en el siglo XIX, a cuestionar la habitabilidad de un planeta postindustrial.
Su uso se generalizó más de un siglo después, en respuesta a las preocupaciones sociales surgidas en las cumbres de Estocolmo y, sobre todo, en la Cumbre del Clima de Río de Janeiro de 1992, que fueron organizadas por las Naciones Unidas (ONU).
En la cumbre de Río se puso en marcha un programa global para combatir el cambio climático, la deforestación y el uso de productos tóxicos. Desde entonces, el concepto de ecología se ha vinculado a las políticas gubernamentales locales, nacionales e internacionales.
El aumento de su uso es casi simultáneo al surgimiento de los conceptos de desarrollo sostenible y biodiversidad, que se originaron en la década de 1980 y cuyo empleo se ha potenciado con el tiempo y el auge de las comunicaciones y de internet.
¿Por qué necesitamos proteger nuestros ecosistemas?
Actualmente, el planeta está atravesando dos grandes crisis ecológicas que ponen en peligro la habitabilidad del planeta: la pérdida acelerada de la biodiversidad y un imparable aumento de las temperaturas, conocido como calentamiento global.
La explotación de combustibles fósiles por las actividades humanas desde la época de la Revolución Industrial conlleva una concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo que a su vez exacerba el calentamiento global mediante el agravamiento del llamado ‘efecto invernadero’.
Y cuanto más aumenta la temperatura del planeta, mayor es el impacto en su habitabilidad: buen ejemplo de ello son los desastres climáticos recurrentes como los huracanes de 295 kilómetros por hora como el Melissa, inundaciones y olas de calor que se experimentan o la desertificación y la escasez de agua potable.
Por otro lado, la diversidad de especies es esencial para mantener recursos suficientes para la vida de todos. Si no hubiera insectos, no se podría asegurar la polinización de las plantas y la fertilidad de los suelos, lo que compromete la soberanía alimentaria mundial.
De igual manera, la diversidad vegetal garantiza la filtración natural del agua de lluvia y es fuente de oxígeno, alimento, plantas medicinales y mucho más. La deforestación, entre otras cosas, pone en peligro la biodiversidad al destruir los hábitats naturales de plantas y animales.
Ese es el objetivo principal de la ecología: garantizar la habitabilidad de nuestro planeta y la existencia de recursos suficientes para que todos puedan vivir en él. Y en el Día Mundial de la Ecología 2025 es fundamental que la mayor cantidad de gente conozca esta necesidad y participe activamente para lograr dicha meta.
La transición ecológica hacia el crecimiento verde
La transición ecológica es una idea clave que debe ser desatacada en el Día Mundial de la Ecología 2025. Implica repensar los modos de consumir, producir y convivir dentro de un marco de desarrollo sostenible que permita a todos los habitantes del planeta, abordar eficazmente los desafíos ambientales actuales.
Esto requiere una transición hacia un nuevo modelo económico y social, en el que los sistemas de los que dependemos, como el transporte, la generación de electricidad, la construcción de infraestructuras y hasta el ocio, tengan el menor impacto posible sobre el medio ambiente. ECOticias.com
















