Loros grises incautados en España vuelven a su hábitat natural en el Congo. Desde hace unos años, el centro de Tchimpounga del Instituto Jane Goodall rehabilita y reintroduce individuos de esta especie, en peligro de extinción y cada vez más amenazada por el tráfico ilegal.
En España hay muchos loros grises viviendo en cautividad como mascotas de forma ilegal. En el marco de operaciones contra el tráfico ilegal de animales salvajes del MITECO, el año pasado se desplegó una acción para incautar a estos animales que vivían ilegalmente en casas de particulares.
Los ejemplares decomisados de estas acciones realizadas durante todo el año fueron trasladados a la Fundación para la Investigación en Etología y Biodiversidad (FIEB), centro de rescate CITES. Allí han estado rehabilitándose con una alimentación adecuada, atención veterinaria y todos los cuidados necesarios para garantizar su bienestar con el objetivo final de poder reintroducirlos en su hábitat natural.
Loros grises vuelven su hábitat natural en el Congo
Antes de la repatriación el pasado martes, realizaron pruebas genéticas, etológicas y veterinarias a todos los individuos para evaluar la viabilidad de su reintroducción, así como para garantizar que su liberación no supusiera ningún riesgo en la población autóctona de loros grises del Congo.
Ahora, los 34 loros grises aptos para su reintroducción ya están en Tchimpounga, terminando de adaptarse antes de ser liberados en su hábitat natural, de donde nunca debieron ser extraídos. En concreto, estos individuos serán reintroducidos en la Reserva Natural de Tchimpounga, un lugar idóneo por ser una zona protegida y con poblaciones salvajes de esta especie.
Esta no es la primera vez que el centro de Tchimpounga acoge a esta especie. Desde 2021, el Centro ha recibido más de 140 ejemplares de loros grises africanos. La mayoría llegaban a Tchimpounga en mal estado físico, con las plumas cortadas incluso, tras haber viajado en contenedores cerrados y ocultos en el equipaje para su tráfico ilegal.
Algunos de estos individuos ya han sido devueltos a su hábitat natural, mientras que otros continúan recuperándose con atención veterinaria personalizada, nutrición equilibrada y oportunidades de socialización con otros loros, en instalaciones apropiadas para acogerlos en todas sus fases de rehabilitación (cuarentena, entrenamiento y reintroducción), que fueron construidas con el apoyo del MITECO debido a la creciente llegada de loros grises a Tchimpounga.
Igualmente, la Unidad Canina de Detección del Instituto Jane Goodall en Congo también ha reforzado su trabajo para detener el comercio ilegal de esta especie y durante el año pasado los guías caninos enseñaron a sus compañeros de cuatro patas a detectar plumas de loro gris.
Gracias a estos avances, y a la colaboración multidisciplinar entre sociedad civil, organizaciones y administraciones públicas, cada vez es más fácil detectar a tiempo el tráfico ilegal de loros grises, así como de otros animales salvajes, para protegerlos y salvarlos de la extinción.