Se ha observado un comportamiento cuanto menos curioso de las orcas y es que se frotan entre ellas con trozos de algas que, además de promover la salud de su piel, refuerza vínculos sociales entre estos animales marinos.
Todo parte de una investigación que ha hecho el Centro de Investigación de Ballenas (CWR) en colaboración con la Universidad de Exeter (Reino Unido) y en la que se ha observado a una comunidad de ballenas que vive en el mar de Salish (noroeste de Estados Unidos).
«Lo observado ahora es distinto ya que se sabía que varias especies de ballenas mueven las algas con la cabeza, las aletas y el cuerpo, probablemente para jugar o para eliminar parásitos y mantener la piel sana», explican los responsables de este interesante estudio.
Orcas que se masajean unas a otras con algas
Un equipo de investigación ha observado un curioso comportamiento de las orcas a través de imágenes de dron de una comunidad de ballenas que vive en el mar de Salish (noroeste de Estados Unidos): las ballenas arrancan el extremo de un tallo de alga, lo colocan entre ellas y sus parejas y lo enrollan entre sus cuerpos durante periodos prolongados. Los resultados de su estudio se publican en la revista en Current Biology.
«Nos quedamos asombrados cuando observamos por primera vez este comportamiento», destacó el investigador Michael Weiss, del estadounidense Centro de Investigación de Ballenas (CWR), que realizó el estudio en colaboración con la Universidad de Exeter (Reino Unido).
Hasta ahora, se sabía que varias especies de ballenas mueven las algas con la cabeza, las aletas y el cuerpo, probablemente para jugar o para eliminar parásitos y mantener la piel sana, pero el comportamiento observado ahora es distinto.
Bautizado por los investigadores como allokelping, las ballenas seleccionan y recortan las algas, como una ‘herramienta’ fabricada deliberadamente para su uso futuro, y luego es usada por ejemplares que trabajan juntos.
A los investigadores les llamó la atención lo extendido que está ese comportamiento. Machos y hembras de todas las etapas de la vida usan algas de esta manera y eran más propensas a emparejarse con parientes maternos cercanos y de edad similar. «Todo indica que es una parte importante de su vida social», según Weiss.
Función antibacteriana y antiinflamatoria en este comportamiento de las orcas
En cuanto a las posibles causas detrás de este comportamiento, el investigador Darren Croft, de la Universidad de Exeter, destacó que las orcas suelen entrar en contacto con otros miembros de su grupo, tocándose con el cuerpo y las aletas, «pero el uso de algas como estas podría mejorar esta experiencia».
Además, podría ser importante para la salud de la piel. Las ballenas y los delfines disponen de diversas estrategias para desprenderse de la piel muerta, y esta puede ser otra adaptación con este fin. Las algas pardas tienen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas para las ballenas.
Hace 50 años que se estudia a la población de ballenas del mar de Salish, que está en peligro de extinción y de las que en el último censo del CWR, en julio de 2024, se contabilizaron solo 73 ejemplares. Aunque hay otras orcas en todo el mundo, este grupo del mar de Salish representa una población genética, ecológica y culturalmente distinta, afirmó Weiss.
La práctica del allokelping es una prueba más de la singularidad de este grupo de orcas y con su desaparición no solo se perderían 73 animales o un linaje genético, sino «una sociedad compleja y un conjunto profundo y único de tradiciones culturales», destacó Croft.
Los resultados de este estudio, según Croft, ponen de relieve una posible amenaza adicional para la supervivencia futura de esas orcas, pues los bosques de algas donde seleccionan sus herramientas de acicalamiento están en declive debido al aumento de las temperaturas oceánicas asociado al calentamiento global.
A pesar de que este grupo de ballenas está tan bien estudiado, los investigadores no habían observado hasta ahora el allokelping porque los vídeos anteriores no eran de suficiente calidad. Las cámaras de los drones permiten ahora ver cosas que eran invisibles desde los barcos o la orilla.
Aún no está claro si este comportamiento de acicalamiento es exclusivo de esta población o está más extendido entre otras poblaciones y especies de ballenas.
En cualquier caso, el descubrimiento abre nuevas vías para comprender el uso de herramientas en los mamíferos marinos y demuestra que pueden emplearse en una amplia gama de contextos, afirmaron los investigadores. ECOticias.com