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martes, junio 6, 2023

La Mancomunidad de San Marcos impide hacer compostaje a 2.600 familias

Desde entonces, se ha dado formación a las familias para apoyarlas en el autocompostaje y se ha creado la Red de Compostadores de Gipuzkoa como foro de intercambio de experiencias y apoyo técnico a las familias que practican el compostaje doméstico.

 

 

Desde la Diputación Foral de Gipuzkoa, este año 2009 se ha querido dar un nuevo impulso al compostaje doméstico y se han puesto a disposición de las mancomunidades guipuzcoanas 3.500 nuevos autocompostadores para repartirlos entre otras tantas familias participantes en esta actividad.

 

 

A día de hoy, nos encontramos con que todas las mancomunidades de Gipuzkoa, excepto San Marcos, han recogido ya sus autocompostadores para repartirlos entre familias que quieren practicar el compostaje doméstico.

Se da la circunstancia de que existen 2.600 autocompostadores almacenados desde hace meses a la espera de que la Mancomunidad de San Marcos pase a recogerlos. Ya el pasado mes de junio se comunicó desde la Diputación Foral de Gipuzkoa a la Mancomunidad la existencia de estos autocompostadores a su disposición sin que hasta la fecha se haya recibido respuesta alguna. Emplazo al Sr. Ortega a que no pierda el tiempo en mentiras y falsedades y pase a recoger los autocompostadores para que las 2.600 familias comprometidas con el compostaje y el medioambiente puedan empezar a compostar.

 

 

El Departamento de Desarrollo Sostenible de la Diputación Foral de Gipuzkoa quiere denunciar los continuos incumplimientos de la Mancomunidad de San Marcos al negar los datos de las familias que actualmente están practicando el compostaje doméstico. Es la única Mancomunidad de Gipuzkoa que no está cumpliendo con el compromiso adquirido. Esto supone un claro perjuicio para estas familias que voluntariamente han optado por el compostaje doméstico y no han tenido oportunidad de integrarse en la Red de Compostadores de Gipuzkoa a efectos de recibir apoyo técnico e intercambiar experiencias con otros participantes.

 

 

Insiste en su artículo el señor Ortega en los temas de siempre. Se repite constantemente.

El Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, señor Ortega, fue constituido por unanimidad, y de forma voluntaria, por todos los entes que actúan en el ámbito de los residuos en el territorio. Mancomunidades que, ante el escaso espacio que disponían-disponen los vertederos para albergar los residuos que se generan en Gipuzkoa, acudieron a la Diputación en búsqueda de auxilio.

Gestión en alta es a lo que el Consorcio se va a dedicar exclusivamente, esto es, a tratar los residuos que ayuntamientos y mancomunidades no pueden prevenir, reutilizar o reciclar.

 

 

Quiero recordar al señor Ortega que la Diputación, con su contribución a la constitución del Consorcio y su aportación de 127 millones para la construcción de las infraestructuras en alta, no hace ni más ni menos que posibilitar la solución territorial global a la grave situación de la gestión de los residuos en Gipuzkoa. Apostamos decididamente por una solución integral sostenible y no vamos a cejar en nuestro empeño de cerrar los vertederos de residuos urbanos de Gipuzkoa a la mayor brevedad posible. Soy consciente de que discrepamos con ustedes en este objetivo.

 

 

Insisto en que todos los entes involucrados en la gestión de residuos se pusieron de acuerdo para constituir el Consorcio. Unanimidad que se reafirma con la aprobación en las Juntas Generales por amplísima mayoría (45 junteros respecto de 51) de la Norma Foral de Residuos (PIGRUG y Documento de Progreso).

 

 

Parece que poco, o nada, importan al señor Ortega los acuerdos unánimes o ampliamente mayoritarios. La gestión de los residuos en baja, la recogida, sigue siendo competencia exclusiva de ayuntamientos y mancomunidades. Ellos son los que deben aplicar políticas y actuaciones de recogida selectiva. No obstante, siempre han contado con el apoyo de esta Diputación Foral.

 

 

La Diputación Foral de Gipuzkoa, además de la distribución de los más de 8.000 autocompostadores, destina, a lo largo de la legislatura, más de siete millones de euros para la construcción de garbigunes en las distintas mancomunidades del territorio. Adicionalmente, concede subvenciones por un importe aproximado de un millón de euros anualmente a ayuntamientos y mancomunidades para poner en marcha actuaciones en materia de prevención de residuos. Subvenciones en todo caso para facilitar la labor de ayuntamientos y mancomunidades en su competencia de recogida selectiva.

 

 

Para finalizar, quiero subrayar el compromiso de esta Diputación Foral y de Carlos Ormazabal en particular, con los temas de salud. La Diputación Foral priorizó y habilitó todos los medios necesarios para poner fin a los vertidos de residuos en el vertedero de San Marcos. Si fuera por Ricardo Ortega, ese vertedero, no me cabe duda, seguiría abierto.

 

 

Javier Zarraonandia es Director de Medioambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa

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