Así pues, se ha invertido la pirámide que existía anteriormente ya que «hasta hace poco, la minimización de la producción de residuos era algo que estaba en la base de la pirámide, sin embargo ahora se ha cambiado y está en la cúspide y se le da más importancia».
El profesor del Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) Antonio Rosal ha afirmado este lunes en Carmona (Sevilla) que «España tiene mucho que mejorar» en relación a la legislación que influye la «política medioambiental de las 3 R (reducción, reutilización y reciclaje)».
Rosal ha realizado estas declaraciones tras su participación en el curso ‘Tratamientos avanzados para el tratamiento de residuos sólidos y aguas residuales’, que se celebra desde este lunes hasta el miércoles como parte de la oferta académica de los Cursos de Verano de la UPO.
El profesor ha afirmado que el país está actualizado con las regulaciones existentes, pero que esto «depende de con quién te compares». «España está llevando un impulso en su política, sin embargo, estamos todavía bastante distanciados de países como Holanda, Bélgica, Dinamarca o Alemania, y en ese sentido, tenemos mucho que mejorar», ha manifestado.
Así pues, se ha invertido la pirámide que existía anteriormente ya que «hasta hace poco, la minimización de la producción de residuos era algo que estaba en la base de la pirámide, sin embargo ahora se ha cambiado y está en la cúspide y se le da más importancia».
Rosal ha explicado cómo se distribuyen las prioridades en España con respecto al trato de los residuos y cómo se ha situado en primer lugar la reducción de los residuos y la valorización de éstos que busca su reutilización y reciclaje, lo que ha denominado como «política de las 3 R».
«Primero intentamos prevenir la generación de residuos, incluso disminuir el contenido contaminante que pueda tener el residuo final y para ello se investigan y se impulsan acciones encaminadas a variar los sistemas de producción para obtener un mejor ecodiseño del producto, que eso va a significar un residuo menos tóxico», ha expresado.
Según ha explicado, dependiendo del tipo de residuo, existen «muchísimas maneras» de reciclarlos y de aprovechar los recursos que contienen.
«Si nos vamos a los residuos orgánicos, la apuesta que hace España es mayormente hacia el compostaje, con respecto a los que no son biodegradables, ahí están los plásticos, el textil, los residuos de demolición, todos y cada uno de ellos con una legislación propia y su tratamiento específico con el que optimizar su aprovechamiento», ha manifestado.
En su opinión, es importante que se produzca la «separación en un primer nivel» ya que permite que llegue «un residuo más limpio» mientras que «si están mezclados, están más sucios y es más difícil aprovechar sus recursos, y de esa manera el tratamiento es más costoso».
El profesor ha ubicado en tercer lugar de la pirámide la incineración con valorización energética y por último el vertedero. «Ya no se contempla incinerar un residuo simplemente por disminuir el volumen de los restos, sino que se lleva a cabo una valorización energética», ha manifestado.