¿Eres consciente de la cantidad de comida que se desperdicia en tu restaurante?
Hace unos años, era impensable ir a comer a un restaurante cada fin de semana, se limitaba a las ocasiones especiales y a un cierto nivel económico. Actualmente, quizás derivado del ritmo de vida que llevamos, es habitual el comer fuera de casa.
Nuestras preferencias han ido variando con el tiempo desde la aparición de las cadenas de comida rápida. En los últimos años, ha habido un aumento de la tendencia hacia lo saludable y lo sostenible.
El cuidado personal y del planeta crece cada día y nos hace conscientes de las necesidades personales y medioambientales, al mismo tiempo que pone freno al consumismo excesivo.
Ahora existen términos modernos para definir estas mejoras: trashcooking, slow food, batchcooking, etc. Realmente, de lo que se trata, es de volver a los inicios, cuando aún no habíamos caído en el consumismo y aprovechábamos todo. Tenemos un buen ejemplo en las croquetas.
Debemos empezar a ser más conscientes, desde las industrias a los minoristas y consumidores, que el consumo de procesados debe reducirse, volviendo a la alimentación tradicional.
El sector de la restauración debe basarse en alimentos ecológicos, frescos y de temporada, optando siempre por productores cercanos, de manera que el transporte se minimice, al igual que los envases y embalajes.
Si queremos ir un paso más allá y ser todavía más sostenibles, esta preferencia por lo próximo puede extenderse a los uniformes y al mobiliario, promoviendo aún más el pequeño negocio local.
Esta filosofía del km 0 implica un esfuerzo mayor, ya que debemos planificar los menús según alimentos de temporada y disponibles en el mercado, pero, de esta forma, conseguiremos un menú diferenciado, atrayendo clientes y aumentando nuestro valor de mercado.
Cabe destacar también que el desperdicio de comida supone un problema medioambiental grave. Para reducir los residuos que se producen en el sector de la hostelería, tenemos múltiples opciones que, además, supondrán un aumento de los beneficios:
- Identificar los elementos que tenemos disponibles en nuestro menú y que generan más sobras evitará que tiremos comida y dinero. Además, comprar en grandes cantidades no siempre es buena opción. Piensa que lo que no gastemos acabará igualmente en la basura.
- Lo más importante es que todo el equipo esté implicado y formado, de manera que puedan asesorar a los clientes a la hora de elegir cantidades.
- Debemos animar a los clientes a que se lleven lo que no se han comido a casa, buscando alternativas sostenibles para empaquetar la comida y evitando el uso de elementos innecesarios como las pajitas.
- Crear campañas en redes sociales nos ayudará a concienciar a los clientes. Animarlos a interactuar con nuestras publicaciones, hará que se sientan parte de las acciones ecoamigables que estamos realizando.
En restauración es muy complicado ser 100% sostenible, pero es importante ir reduciendo poco a poco nuestro impacto medioambiental sin renunciar a nuestro beneficio económico.
¿Sabes que existen aplicaciones como Too Good To Go donde los establecimientos pueden vender sus excedentes diarios a menor precio? Puede ser una buena oportunidad para evitar que se desperdicie comida en buen estado y para sacar mayor beneficio.
Si tienes ganas de saber cómo mejorar el Medio Ambiente, el Ministerio de Trabajo y Economía Social dispone de cursos gratuitos para trabajadores del sector Hostelería y Turismo, que te ayudarán a ser más sostenible y organizado.
¡No dejes pasar esta oportunidad! Tus clientes y el planeta te lo agradecerán.