La Guardia Civil detuvo a los miembros de una organización que envió desde el puerto de Valencia, más de 16.000 toneladas de residuos plásticos tóxicos procedentes del Levante español, con destino a países del sudeste asiático.
Desde el Levante con total impunidad
La Guardia Civil acaba de desenmascarar a una banda que, desde 2018 hasta 2020 envió contenedores con plásticos contaminados con fitosanitarios desde el puerto de Valencia hacia varios países del sudeste asiático. La operación que se llamó Pindaan está investigando a 27 personas lideradas por un ciudadano chino, por varios delitos de los que obtuvieron millonarias ganancias.
En 2019 Malasia devolvió a España cinco contenedores que según declararon sus autoridades, habían entrado al país de manera ilegal y contenían plásticos, de los que se emplean en los cultivos intensivos tanto en la Comunidad Valenciana como en Almería y Murcia y que estaban altamente contaminados con agroquímicos.
Pero no fue esta un hecho aislado, puesto que los investigadores pudieron descubrir en el transcurso de sus pesquisas, que ni fueron los únicos que se enviaron a este país, ni fue este el único destino de estos plásticos no reciclables, que se exportaban sin la especificación de que eran residuos y para peor, tóxicos.
Camboya, Tailandia y otras naciones asiáticas también los habrían recibido, lo que explicaba la ‘mala fama’ que los investigadores encontraron que tenía España, en cuanto a mandarles basura contaminada con químicos de los cultivos. Lo que más preocupa es que, a falta de instalaciones para recuperarlos, se teme que el destino de estos plásticos haya sido el peor para el medioambiente.
Terminantemente prohibido
El paso fundamental que dio la Unión Europea para sumarse a la ‘guerra contra los plásticos’, que ya se planteaba a nivel internacional y en la que esta entidad planea tener un rol protagónico, fue la ley que prohibió terminantemente la exportación de plásticos no reciclables y/o tóxicos, que entró en vigor el 1 de enero de 2021 y que prevé eliminar la salida de la basura europea con destino a países pobres del sudeste asiático y África.
Una de las exenciones de dicha ley dice que, solamente el plástico puro, limpio y fácilmente reciclable podrá viajar a países que no sean miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En cuanto a los desechos más peligrosos, pueden ser exportados a los países miembros de la OCDE o más ampliamente a los que pertenezcan a la Unión Europea, con la condición de que exista un acuerdo entre el exportador y el importador, que especifique que, el intercambio estará sujeto a una ‘notificación previa de consentimiento de los procedimientos’.
No más basura a las naciones pobres
El objetivo de estas normas es, por un lado, limitar la la exportación de elementos contaminantes a países lejanos, pero también controlar mejor los viajes y movimientos de estos problemáticos residuos, tanto dentro como fuera de la Unión Europea. Según Bruselas, la UE exporta millones de toneladas de residuos plásticos cada año y esas cifras iban en aumentos
Hasta 2018, China fue el destino preferido de los residuos peligrosos europeos. Pero después de que ese año el país prohibiera sus importaciones, las naciones integrantes de la UE optaron por una solución alternativa aún más problemática, puesto que, en vez de preocuparse por reciclarlos y tratarlos, los enviaros a cuanto país pobre se los aceptase.
Naciones con graves crisis económicas como Indonesia, Malasia, Turquía, Vietnam y muchos más, fueron depositarios (legales y como se ha visto también ilegales) de este plástico altamente tóxico, que rara vez era sometido a un tratamiento adecuado y cuando no se quemaba directamente, se abandonaba y aumentaba el índice de contaminación medioambiental de cada lugar.