Del mismo modo, han mostrado su rechazo hacia la incineración como una alternativa al tratamiento de residuos. Según explica Greenpeace, la nueva norma española pretende trasponer la Directiva Marco de Residuos (DMR) antes de 2011 (tal y como exige Bruselas), pero, aunque la práctica de la incineración aparezca la DMR, «España no tiene ninguna necesidad de recogerla en su nueva propuesta».
«El Ministerio tiene todos los datos y argumentos necesarios que demuestran que la incineración es el peor de los sistemas de tratamiento por su alto coste económico, sanitario, laboral y ambiental. Por lo tanto, sólo es necesario voluntad política para hacerlo», apunta.
La organización ecologista ha presentado alegaciones contra borrador en estos aspectos, además, quieren incluir en la norma la certificación forestal para mejorar la calidad de reciclado de los materiales procedentes de la madera y sus derivados.
En este sentido, han señalado que «tanto los envases como las etiquetas fabricados a partir de madera constituyen una alternativa mucho más sostenible que otras tóxicas como los plásticos, o más costosas y contaminantes como el aluminio».
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