Escombros, amianto, basuras, todos tipo de enseres y muebles, saneamientos, vidrios y hasta una oficina de negocios portátil se encuentran desparramados por diversos espacios naturales y seminaturales del término municipal de Paterna desde hace meses, sin que desde el ayuntamiento, el gobierno local popular haya tomado una sola medida para erradicar estos vertederos.
No hay más que darse una vuelta por los alrededores del casco urbano, cosa que ni el alcalde Agustí ni sus concejales hacen desde hace años, para descubrir los diversos vertederos de impresionantes proporciones que están proliferando en la ciudad.
El más inmenso está situado junto a los antiguos campos de tiro de los militares, en una zona de pinadas y sotobosque mediterráneo. Los vertidos se acumulan por toneladas y forman incluso montañas de residuos, algunos de ellos muy peligrosos. Y no muy lejos de ese punto, cerca del centro deportivo K-7 se localiza otro de los vertederos de menos toneladas aunque de mucha extensión.
“Después de años de denuncias de los verdes, del movimiento ecologista y de los vecinos, creíamos que, excepto situaciones puntuales, se habían erradicado estos núcleos contaminantes, de peligro y generadores de todo tipo de plagas de ratas e insectos. Pero con el gobierno popular proliferan por la dejadez a la hora de perseguir esta infracción, y a la hora de eliminar estos residuos”, denuncia el dirigente de Equo Paterna, Xavier Mayoral.
“Estos comportamientos incívicos sólo se combaten, por un lado, con fuertes sanciones y vigilancia y, por otro, con una educación en los valores de ciudadanía y del respeto a lo público desde la enseñanza primaria. Unos valores que por cierto siempre ha intentado cargarse el gobierno valenciano del Partido Popular (los jefes del alcalde Agustí) y el ejemplo más claro fue su vergonzoso boicot a la asignatura de Educación para la Ciudadanía”, remarca el representante de Paterna en Equo Valencia, Juan Cappelletti.
Una oficina portátil abandonada
Y para rizar el rizo, en una de las pinadas de la zona urbana de la Canyada, junto al vial de salida a Fuente del Jarro, lleva casi un año una oficina de
negocios portátil, que debió ser desmontada de cualquier punto y fue abandonada allí. Sus cristales están en parte destrozados y son un peligro para niños y paseantes. Este módulo está completamente visible puesto que está junto a la carretera e incluso se puede saber quien fue su propietario porque se mantienen sus rótulos. “Es tremendamente grave y revela hasta qué punto hay dejación de responsabilidades en el ayuntamiento, que no se haya interpuesto hace meses una denuncia por este tema a su presunto autor”, incide Cappelletti.
Esta dejadez ya la hemos denunciado en anteriores ocasiones desde Los Verdes (actualmente EQUO) en ejemplos como el de las construcciones abandonadas durante décadas en la Canyada, sin que se hayan tomado medidas.