Las actividades que más se han reducido con respecto a la gestión de estos residuos y el tratamiento de suelos contaminados han sido el depósito en vertedero (-33,70%), el tratamiento físico-químico (-33%), y los centros de transferencia (-30,50%).
La causa fundamental del descenso de esta actividad es el estancamiento de la actividad económica e industrial.
Debido a esta reducción continuada en la generación de residuos, la capacidad de tratamiento de las instalaciones de residuos no se aprovecha, sino que presenta un exceso estimado en un 100%, lo que compromete la supervivencia de muchas de las mismas. Por ello, mientras se mantenga este retroceso en la generación de residuos, la Administración no debería promover la promoción de nuevas plantas con mejores condiciones competitivas al contar con las ayudas públicas, salvo en los casos que el sector privado no cubra.
En cuanto a la normativa aplicable, la legislación vigente concreta diversos criterios de aplicación por parte de las Administraciones, por lo que, en vista de la aprobación de la nueva ley de residuos, desde este sector se reclama la unificación de criterios de autorización de las plantas de tratamiento, cuya disparidad actual genera distintas condiciones competitivas.