El ingeniero y profesor de la Universidad de La Coruña Juan Joaquín Suárez, que participa en un curso de verano de la UC en Suances, propone la gestión separada de aguas residuales y pluviales.
“Nos damos cuenta ahora que mezclar las aguas pluviales con las llamadas aguas negras, o residuales, no es la solución”, ha afirmado hoy en Suances el ingeniero de Caminos y profesor de la Universidad de la Coruña Juan Joaquín Suárez, para quien estos sistemas unitarios provocan un impacto ambiental importante y suponen elevados costes económicos. Suárez ha intervenido en el curso “Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS)” dentro de la programación estival de la Universidad de Cantabria.
“De cara al futuro tenemos que separar el saneamiento de las aguas y crear ciudades diferentes, en las que lo urbano sea sostenible, y donde el agua de lluvia se gestione separada de las aguas residuales”, ha manifestado el ponente.
Los SUDS (Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible) buscan optimizar la gestión de las aguas pluviales, “no sólo por el impacto ambiental, acerca del que podemos ser más o menos sensibles, sino porque suponen un ahorro a largo plazo”. Por ello, ha explicado Juan Joaquín Suárez, es importante “actuar en el origen de los problemas”, ya que “es el mejor método de trabajo en ingeniería ambiental, aunque el desembolso inicial sea mayor”.
Los SUDS, que ofrecen soluciones como tejados verdes, pavimentos permeables, franjas de suelo filtrantes, cunetas verdes o muros con vegetación, integran urbanismo, paisajismo e hidrología, actuando como filtros naturales, y permitiendo que el agua penetre en el suelo sin arrastrar suciedad, evitando así contaminar las aguas subterráneas y que los ecosistemas se vean afectados. Su filosofía consiste en reproducir, de la manera más fiel posible, el ciclo hidrológico natural previo a la urbanización o actuación humana.
En algunas zonas se gestionan las aguas pluviales de forma sostenible, pero al no implantar los SUDS se retiene el 80/90% del agua de lluvia, y para darle salida es necesario poner en marcha un sistema de bombeo y depuración costoso. Es decir, “aunque en materia ambiental hagamos lo correcto, el gasto económico es inmenso”, ha señalado el profesor de la Universidad de La Coruña.
España y Europa, diferencias
En España, según sus datos, el 95% del saneamiento es unitario, es decir, que se mezclan las aguas pluviales con las aguas negras, aunque en algunas zonas se separen poniendo en marcha conexiones ilegales y generando contaminación.
Hay redes que envían el agua directamente a los ríos y arroyos a gran velocidad, provocando daños en estos medios naturales. Este impacto ambiental “se evita con la implantación de los SUDS”, que frenan el agua y atenúan la velocidad.
Como afirma Juan Joaquín Suárez, “en España estamos atrasados con respecto a Europa”, ya que países como Alemania, Inglaterra o Francia integran los SUDS en su ordenamiento urbano, “mientras que en España aún tenemos que cambiar la mentalidad”.
En Cantabria hay iniciativas promovidas por GITECO, Grupo de Investigación de Tecnología de la Construcción de la Universidad de Cantabria, y algunos planes pilotos. Sin embargo en España en primer lugar “necesitamos predicar y promover la formación”.
“El siguiente paso a la formación –ha asegurado el ponente- es que los planes generales de ordenación municipal intengren los SUDS y que la legislación contemple estos aspectos de gestión sostenible de aguas pluviales”.
Profesor de la Universidad de la Coruña Juan Suárez
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