El Govern ha presentado este jueves la nueva planificación de residuos con el horizonte de 2020, un programa con el que prevé aumentar el reciclaje hasta el 60% de la basura que generan los ciudadanos –frente al 39% actual– y que tiene en la materia orgánica la «gran asignatura pendiente», ha reconocido en rueda de prensa el director de la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), Josep Maria Tost.
El nuevo plan, que ahora se someterá a información pública y se acabará de definir con los organismos locales, descarta la construcción de grandes infraestructuras de gestión de residuos, como una nueva incineradora en el área metropolitana de Barcelona, se centra en optimizar el funcionamiento de las ya existentes y, a partir de 2016, en construir pequeñas instalaciones especializadas en separar materiales.
El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, ha evidenciado que el contexto actual es «radicalmente diferente» al del plan que se diseñó en 2007, con una recesión económica y unos cambios culturales que han llevado a la población a generar 1,35 kilogramos de basura por persona y día –casi un 18% menos que el máximo de 1,64 kilos registrado en 2006–, aunque la Generalitat es ambiciosa y se fija como objetivo que esta cifra caiga otro 15% hasta los 1,15 kilos por persona y día en 2020.
Tost ha explicado que el anterior plan, con vigencia hasta 2012, fijaba como objetivo el reciclaje del 55% de la materia orgánica, muy lejos del 22% alcanzado, por lo que ha reiterado que el reciclaje de esta fracción representa el «gran reto» de futuro, dado su potencial para contaminar el resto de materiales y su capacidad para generar abonos y energía.
Por ello, durante este año el Govern se centrará en acabar de extender el modelo de contenedor marrón en Val d’Aran, Cerdanya y Alt Empordà, para posteriormente mejorar la capilaridad de esta recogida e implementar acciones de concienciación de la ciudadanía, si bien también está previsto el encarecimiento del canon que pagan los ayuntamientos por la tonelada de basura no reciclada.
Los presupuestos de 2014 ya recogen un encarecimiento de más del 50% respecto al 2008 en lo que paga cada consistorio por la basura que llevan a vertedero o incineran –15,8 y 7,4 euros, respectivamente–, pero aun así «a día de hoy es más barato ir al vertedero que reciclar», ha enfatizado Tost, por lo que ha avanzado que habrá futuros encarecimientos.
FACTURA INDIVIDUAL
El director de la ARC ha apostado también por una evolución del modelo tarifario, hacia una individualización de lo que paga cada ciudadano en función de la basura que genera y si recicla o no –similar a los recibos de agua y luz, que son en función del consumo–, y aunque ha defendido que esto es «técnicamente posible» ha descartado aplicarlo por ahora por el coste de poner en marcha un modelo así y porque primero hay que sanear las arcas públicas.
El nuevo plan del Govern apuesta por la «suficiencia económica» del modelo de gestión de residuos y se fija 10 objetivos estratégicos, 104 objetivos operativos y 141 actuaciones concretas para facilitar una economía circular baja en carbono en la que se reutilicen al máximo todos los materiales.
«Un crecimiento de la economía no tiene que suponer un crecimiento de la generación de residuos», ha indicado Vila, sobre un plan que, a nivel económico, prevé un presupuesto de 782 millones de euros –400 millones en nuevas infraestructuras–, que en un 70% serán financiados por la Generalitat, un 28% por empresas privadas y el 2% restante por organismos locales.
Estas inversiones, no obstante, solo están comprometidas de momento en unos 75 millones de euros para sobre todo finalizar las plantas de Montoliu, Orís y Pedret i Marzà antes de 2016, y completar así las infraestructuras necesarias para dar servicios a los grandes núcleos de población.
El resto de las inversiones, otros 300 millones, dependerán de la realidad económica y de la generación de residuos, ya que el plan está pensado para ejercer una revisión prácticamente anual y prevé la puesta en marcha de instalaciones de separación más pequeñas, aunque la Generalitat sí contempla que el sector genere entre 4.000 y 7.000 nuevos empleos.
El programa general de prevención y gestión de residuos y recursos de Cataluña 2013-2020 (Precat20) se complementa con el plan territorial sectorial de infraestructuras de gestión de residuos municipales de Cataluña (Pinfrecat20), que en su conjunto conforman un «compromiso ambicioso» del Govern para reciclar más y mejor, aunque que se reduzca la cantidad de residuos generados, ha resumido Vila.
ep