Un incremento de los objetivos de rehabilitación energética de viviendas impulsaría la creación de empleo en el sector de la construcción e industrias relacionadas y supondría entre 403.000 y 460.000 nuevos puestos de trabajo anuales para 2030. Es una de las principales conclusiones del estudio ‘Escenarios de rehabilitación energética para la recuperación y la creación de empleo’ que acaba de presentar el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO (ISTAS-CCOO) y que analiza los beneficios económicos, sociales y medioambientales de aumentar los compromisos vigentes del gobierno en materia de eficiencia del parque residencial.
El estudio propone dos escenarios para la rehabilitación energética del sector residencial con un aumento de los compromisos vigentes del gobierno hasta los 2,3 y 2,8 millones de viviendas rehabilitadas respectivamente antes de que termine la década. Eso supondría incrementar en al menos un millón el número de viviendas rehabilitadas en comparación a los objetivos propuestos por el gobierno español en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y la Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación energética en el sector de la edificación en España (ERESEE).
El primer escenario plantea un objetivo de rehabilitación profunda de la envolvente térmica de 2,3 millones de viviendas en 2030 y 12 millones en 2050, con una meta intermedia en 2040 de 7,5 millones. Este escenario supondría la creación de más de 403.000 puestos de trabajo, en empleos directos (132.026), indirectos (192.086) e inducidos (79.531).
Además, generaría un ahorro energético anual total de 8.764 GWh en 2030, equivalente al consumo energético de 1,4 millones de hogares y elevaría la reducción de emisiones anuales a 2,6 millones de toneladas de dióxido de carbono en el mismo año. Se daría además un ahorro en costes sanitario-laborales anuales de 846,9 millones de euros anuales por la mejora de condiciones de vida y la reducción de diversas patologías
El segundo escenario propone un objetivo de rehabilitación profunda de la envolvente térmica de 2,8 millones de viviendas a 2030 y 15,5 millones a 2050, con una meta intermedia a 2040 de 9,5 millones. Este escenario supondría la creación de más de 460.000 puestos de trabajo de aquí a 2030, siendo 151.567 de ellos empleos directos;220.509 serían empleos indirectos; y 91.300, empleos inducidos.
En este escenario el ahorro energético total en 2030 sería de 10.872 GWh anuales, equivalente al consumo energético de 1,7 millones de hogares y la reducción de emisiones alcanzaría los 3,3 millones de toneladas de dióxido de carbono. Además, el ahorro anual en costes sanitario-laborales ascendería a los 1050 millones de euros anuales.
La rehabilitación energética del parque residencial podría convertirse así en una política clave en la recuperación económica tras la crisis de la COVID19 y en la dinamización de un sector que aún no se ha recuperado de la crisis económica de 2008. Así se contempla en el “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española”, aprobado por el gobierno para movilizar cerca de 72.000 millones de euros entre 2021-2023, de los 140.000 millones asignados por Europa en los fondos NextGenerationEU. El plan considera la rehabilitación de edificios una política palanca de recuperación y le asigna un presupuesto de 6.820 millones de euros.
Viviendas y cambio climático
La Unión Europea calcula que los edificios representan el 40% del consumo de energía final de la Unión Europea. En el caso de España, las emisiones directas generadas por la combustión de combustibles fósiles en el sector residencial, comercial e institucional supusieron un 8% del total de las emisiones del inventario de gases de efecto invernadero de España y el 14% de las emisiones totales en difusos en 2017, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica.
Por ello, la rehabilitación de viviendas es un sector clave si se quieren cumplir los compromisos adquiridos por España en materia de lucha contra el cambio climático, establecidos por el Acuerdo de París y el Pacto Verde Europeo, que plantea que el continente alcance la neutralidad climática en 2050.
Las actuaciones para la mejora de la eficiencia energética de las viviendas se centran en la renovación de la envolvente del edificio – sobre todo muros, ventanas, puertos, cubiertas y suelos – y en la mejora de las instalaciones de calefacción y ACS (Agua Caliente Sanitaria).
El parque residencial español está compuesto por aproximadamente 25 millones de viviendas, de las cuales unas 18 millones son viviendas principales y otros 7 millones son secundarias y vacías. Del total de las 18 millones de viviendas principales existentes en España, unas 10 millones cuentan con instalación de calefacción.
El 60% de las viviendas se construyó antes de la Norma Básica de Edificación NBE-CT/79 de 1979 que establecía por primera vez unas exigencias mínimas de aislamiento térmico. Los certificados de eficiencia energética emitidos – unos 4 millones a finales de 2019 – confirman que en el parque inmobiliario predominan los edificios de categoría E – la tercera más baja en la escala, con un importante porcentaje también de edificios con las categorías más bajas F y G. Estos certificados son obligatorios desde 2013 para poder alquilar o vender un inmueble o local, entre otros supuestos.
Estudio completo: https://istas.net/sites/default/files/2021-05/Escenarios_rehabilitacion_energetica_recuperacion_creacion_empleo.pdf