Estamos tolerando y aceptando demasiado. Para detener la injusticia ambiental debemos ser críticos»

Publicado el: 21 de septiembre de 2010 a las 16:00
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Estamos tolerando y aceptando demasiado. Para detener la injusticia ambiental debemos ser críticos"

La relación entre las condiciones ambientales y la salud humana es muy estrecha. ¿Cómo afecta esto a las comunidades más desfavorecidas?

Se ha demostrado una y otra vez que la gente pobre y otros grupos marginados por motivos étnicos, de raza y de género (y, yo añadiría a esta lista la falta de educación) tienden a sufrir un mayor deterioro de las condiciones ambientales. Lo más desconcertante, pero, es que dentro de estos grupos los niños son los que tienden a tener que soportar más las injusticias ambientales. Es aún incierto como podremos proporcionar seguridad a las generaciones futuras.



¿Cuáles son las consecuencias en términos de salud?
Los grupos sociales marginales suelen presentar un riesgo mayor de enfermedades relacionadas con el medio ambiente, que incluyen desde los trastornos respiratorios e intestinales, a enfermedades de la piel, también cáncer y otras patologías graves.

Los grupos que sufren discriminación, incluyendo la gente pobre, tienen simplemente menos probabilidades de tener acceso al agua potable de calidad y al agua en general, al aire limpio, y las instalaciones de gestión de residuos, entre otros beneficios ambientales. También en el ámbito de la atención sanitaria, la gente pobre tiende a tener problemas con el acceso al tratamiento adecuado, al coste de los medicamentos, etc.



¿Quién se ve afectado por la injusticia ambiental?
Existen tres segmentos clave de la sociedad que experimentan la injusticia ambiental: los que se ven discriminados por razones de etnia o raza, las personas con pocos recursos económicos y, por último, las mujeres y los niños. Se han realizado estudios significativos en Estados Unidos que demuestran este racismo ambiental. El Grupo de Investigación y Acción Ambiental y de Justicia Social con sede en la Universidad Central Europea (CEU) en Budapest (Hungría), anteriormente conocido con el nombre de Programa de Justicia Medioambiental, también ha documentado estudios de casos que evidencian injusticias ambientales dentro de la comunidad romaní en Europa central y del Este, así como en los Balcanes.

¿Cómo podemos identificar estas injusticias ambientales?
Estas injusticias ambientales se caracterizan frecuentemente por un acceso más dificultoso al agua y por un riesgo asociado desproporcionado a inundaciones y una exposición a contaminantes, debido a la discriminación. Hay otro estudio en el Reino Unido realizado por la asociación Friends of the Earth (Amigos de la Tierra) que ha demostrado que algunas industrias contaminantes tienen más probabilidades de estar situadas en los barrios más pobres. Además, la justicia climática lleva este problema a una escala global donde los países más ricos del mundo están produciendo la mayoría del dióxido de carbono asociado al cambio climático, mientras que los países más pobres del mundo están sufriendo las consecuencias.

Es un problema local que se expande globalmente …
Pero también es importante señalar que las fuerzas globales en efecto impactan sobre las circunstancias locales, especialmente en cuanto a la pobreza. Mientras que las personas pobres y otros grupos marginales debido a su etnia o raza son más propensos a sufrir las injusticias ambientales, las mujeres y los niños dentro de estos grupos son los que más sufren tal grado de injusticia: uno de cada dos niños en el mundo vive en la pobreza.

¿Qué factores explican el aumento de las desigualdades sociales e injusticias ambientales?
Aunque la discriminación y el sexismo juegan un papel decisivo en la injusticia ambiental, otras fuerzas estructurales mayores también entran en juego.

Por ejemplo, una explicación de este aumento de la desigualdad social se relaciona con el dominio creciente de una mentalidad de libre mercado en que el sistema que conlleva domina no sólo desde un punto de vista económico, sino también política y socialmente y se tiene la creencia de que es la solución a la mayoría de los problemas.

¿Qué ejemplos concretos nos podría dar?
El conjunto de políticas asociadas a esta mentalidad incluye tendencias hacia la privatización, la reducción del rol del Estado y de asistencia social de bienestar. Por ejemplo, la privatización del agua está asociada al acceso reducido que tienen las personas pobres.

¿Cómo podemos poner fin a estas injusticias ambientales?
Esta es una pregunta difícil con la que lucho cada vez que intento definir mis siguientes pasos como investigadora y activista. El punto central de esta investigación es, sin duda, la voluntad de combatir el racismo, la pobreza y la discriminación.

¿Y cómo podemos pararlos?
Creo que podemos detener estas tendencias trabajando cada día por la justicia. De hecho, es ese día a día lo que nos revela cómo motivamos el racismo, la pobreza, la discriminación y el sexismo. Personalmente, me atrevería a decir que estamos tolerando y aceptando demasiado y a la vez estas actitudes se ven legitimadas.

¿Con qué herramientas contamos?
Para combatir el racismo, la pobreza, la discriminación y la injusticia ambiental se requiere una habilidad social increíble para identificar cuando una cosa es buena para nosotros o no para después poder prevenirla o cambiarla. Debemos ser críticos. Y, al parecer, tal y como son las cosas, seguimos siendo seducidos y confundidos por títulos tentadores, como lo son el ‘desarrollo’, el ‘progreso’, la ‘modernización’ y ‘eficiencia’, que deberían haberse convertido, ahora ya en conceptos cada vez más sospechosos para las víctimas que se encuentran sin un acceso a agua potable, así como aire y terrenos sin contaminar, por no hablar de puestos de trabajo y de la dignidad humana … o, en definitiva, la base de nuestra existencia y medios de vida, y finalmente la calidad de vida.

Somos seducidos por palabras que maquillan los problemas …
Los resultados se encuentran en estas palabras seductoras y el poder que tienen sobre el terreno en la vida cotidiana de muchas personas. Palabras que a veces vienen a significar un aumento de las prestaciones para sólo unas pocas personas en el mundo, mientras que una gran mayoría de la población mundial vive en la miseria o en la lucha para llegar a fin de mes.

¿Qué otras palabras se han utilizado para encubrir estas desigualdades sociales?
Otro conjunto de palabras seductoras, por ejemplo, que han tenido un impacto negativo enorme en nuestra capacidad para detener la desigualdad social en general, son las palabras ‘libre’ y ‘libertad’, ya que se aplican a los intercambios económicos y el beneficio individual. El sistema de libre mercado, tal como es hoy, nos construye a nosotros como individuos y consumidores, pero en realidad somos mucho más: personas que viven en mundos sociales dentro de roles múltiples y variados, que intentan tener una buena vida. Si nos posicionamos sólo como ‘individuos’ en el sistema de ‘libre ‘mercado, que opera en la actualidad, debemos tener en cuenta que esto ya nos deja a muchos de nosotros sin medios de subsistencia. En el momento que nos vemos nosotros mismos como individuales, se nos hace difícil liberar nuestro potencial a la hora de unirnos y crear un movimiento social por la justicia medioambiental.

¿Qué pasos deberíamos dar para estar más cerca de la justicia ambiental?
Uno de los pasos importantes hacia la justicia ambiental es, precisamente, el hecho de evitar palabras seductoras como estas y, por el contrario, recurrir a nuestra experiencia, expresando y compartiendo esa experiencia apoyada por actos importantes de cambio social. Apoyar o desafiar las políticas, formar coaliciones activas en todas las escalas para hacer que la Justicia Medioambiental tenga cabida y cuestionar, también, las palabras seductoras.

¿Qué enseñanza podemos extraer de la crisis económica y del modelo aplicado?
La reciente crisis económica demuestra hasta qué punto estas palabras y conceptos son poderosos. Aún estamos aplicando el mismo enfoque que de manera clara ha sido infructífero en el pasado, tal vez incluso añadiendo otras palabras seductoras nuevas. Por ejemplo, seguimos creyendo que el crecimiento económico y el desarrollo tal como se ha hecho hasta ahora es la cura a pesar de las experiencias de muchas personas en todo el mundo que viven en condiciones muy, muy malas y que tienen dificultades para alimentar a sus familias y a ellos mismos con suficiente alimento, agua potable y aire limpio.

¿Cuáles son las zonas más afectadas en Europa por la injusticia ambiental?
La injusticia medioambiental existe en toda Europa, pero especialmente allí donde viven las comunidades y la gente más pobre. Algunos de los casos más flagrantes de esta injusticia son perpetrados en contra de las etnias minoritarias y los trabajadores inmigrantes. Sin embargo, todavía necesitamos investigar más para poder analizar cuál es el rol de la pobreza en la injusticia ambiental. Un estudio en el Reino Unido, por ejemplo, demostró su esta relación. Falta pero extender estos estudios a otras partes de Europa. Un factor clave a la hora de promocionar la justicia medioambiental es la salud ocupacional. Por lo tanto, necesitamos trabajar aún más en esta dirección.

www.sostenible.cat – Tamara Steger

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