Los activistas que lograron entrar la noche del 17 de diciembre de 2009 en el palacio de Christiansborg, en la cena de gala a la que asistían más de un centenar de líderes mundiales presentes en la Cumbre del Clima de Copenhague.
Los tres activistas de Greenpeace consiguieron acceder al palacio real haciéndose pasar por «Jefe de Estado de la Madre Tierra», su «esposa», y un «escolta de seguridad», y les permitieron el acceso en todos los controles de seguridad que tuvieron que pasar. Una vez dentro mostraron dos pancartas en las que se podía leer: Los políticos hablan, los líderes actúan.
La Fiscalía danesa acusó a once activistas de Greenpeace de diversas nacionalidades, de los cargos de allanamiento de morada, falsificación de documentos y suplantación de funcionario público. Estos cargos se agravaron porque la Fiscalía añadió un cargo adicional: haber cometido un delito contra la Reina, anfitriona de la cena, cargo que no se empleaba en el país danés desde 1934.
Greenpeace