En esta ocasión, el plan –que contó con un presupuesto de casi 500.000 euros–, permitió la sustitución de casi 28.000 lámparas antiguas. Además, se solicitó el cambio de más de 15.000 balastos y de 5.000 luminarias viejas.
Éstas, sumadas a otras actuaciones subvencionadas –reforma de los cuadros de mando, seccionamiento de la instalación o equipos de presencia– permitió generar una inversión asociada próxima a los 2,7 millones de euros, un ahorro de energía primaria eléctrica estimado de 1.193.570 kWh/año y la reducción de emisiones de más de 180 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La cuantía máxima de la subvención fue del 25 por ciento del coste elegible de la nueva instalación de iluminación, con un límite de 1.500 euros por vivienda unifamiliar, de 10.000 euros por edificio de viviendas en bloque y de 25.000 euros por edificio destinado a otros usos, no a vivienda.
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