El Grupo de Trabajo Especial sobre la Cooperación a Largo Plazo (GTE-CLP) de la CMNUCC pidió al secretariado preparar un documento técnico para revisar qué tipo de fuentes de financiamiento serán las apropiadas para actividades especificas de REDD+, dijo Louis Verchot, científico experto en cambio climático del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR). “Los proyectos de REDD tendrán que pasar otro año sin indicación clara de cómo se va a financiar todo este sistema”, dijo en el marco de la cumbre climática de la ONU en Durban.
También decepcionante es el texto del subcomité científico OSACT, ya que es “muy débil” en cuanto a las salvaguardas para proteger a las comunidades locales, pueblos indígenas y la biodiversidad. El texto propuesto reduce los requisitos de recopilación de datos y medición de impactos de REDD+ a sólo informar cómo los ejecutores de los proyectos implementarán las medidas de salvaguarda, dijo Verchot. “Las salvaguardas no van a ser salvaguardas.” (Lea el texto en dos partes, aquí y aquí).
Las decisiones, o falta de ellas, se tomaron en “el vacío”, dado que los negociadores batallaron para ponerse de acuerdo sobre lo que sucederá después del Protocolo de Kyoto, el actual tratado vinculante sobre cambio climático que no incluye REDD+ y que expira en 2012. “No tenemos idea de cómo financiar” REDD+, dijo Verchot. Por lo tanto, “no tenemos un objetivo, no tenemos un medio para lograr un objetivo. Vamos a tomar todas las decisiones sobre todas las reglas de cómo vamos a llegar a nuestro objetivo, pero ni siquiera sabemos a dónde vamos.”
REDD+ busca retribuir a las naciones en desarrollo por reducir las emisiones mediante la protección, restauración y manejo sostenible de los bosques. El GTE-CLP prepara el proyecto de texto sobre el financiamiento de REDD+ (ver páginas 30 a 31 aquí), mientras que el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (OSACT) hace recomendaciones a la Conferencia de las Partes sobre la manera de medir, reportar y verificar las emisiones de carbono, así como las salvaguardas.
Para el 2012 la decisión sobre financiamiento
El GTE-CLP quiere saber qué fuentes de financiamiento, incluyendo al sector público y los mercados, pueden servir para los diferentes tipos de actividades en el marco de REDD+, tales como la reducción de la deforestación, reducción de la degradación, y gestión sustentable de los bosques, dijo Verchot. El grupo hará una recomendación para el financiamiento de REDD+ en base a esta información el próximo año.
Si bien reconoció que es bueno tener dicha revisión, “hemos estamos siete años con REDD y todavía estamos buscando cuáles son las opciones. No estamos tomando las decisiones que deberíamos”. Los negociadores de la región Asia Pacífico, incluyendo China, dijeron que esperaban llegar a un acuerdo sobre el financiamiento de REDD+ en Durban.
El principal problema es que no hay certeza sobre si un acuerdo vinculante para reducir las emisiones reemplazará el de Kioto, dijo Verchot. “REDD es de cierta forma independiente… fue lanzado al mundo, está ahí, pero no está claro cómo se relaciona con cualquier otra cosa.”
Salvaguardas muy débiles
El borrador final del texto sugiere que los países sólo tendrán que presentar información cualitativa sobre cómo se implementaron las salvaguardas, dijo Verchot. “No tenemos ninguna manera de medir el impacto” de REDD+ en las comunidades, lo que requiere recopilar y comparar datos antes y después, dijo Verchot.
El texto debilitado en el tema de salvaguardas fue adoptado probablemente para dar cabida a la frustración de los países en desarrollo en relación a los requerimientos complejos y costosos de los donantes, que a menudo difieren de un organismo a otro, en momentos en que poco dinero se entrega para proyectos REDD+, dijo Verchot. “La sensación entre los países en desarrollo es que necesitan empezar a recibir algo del programa y tiene que haber menos obstáculos que saltar para recibir el apoyo prometido”, dijo.
El texto actual aligera de manera significativa la carga para las naciones con bosques. “Al mismo tiempo, hay una necesidad de asegurar que las comunidades locales no están siendo perjudicadas”, dijo Verchot. En su forma actual, las salvaguardas no son más que los principios a seguir, dijo. “Si vamos o no a llevarlos a cabo, no importa, porque no los vamos a medir.”
Otros temas, como los niveles de referencia de las emisiones, no cambiaron mucho desde la propuesta anterior (lea el artículo de CIFOR sobre el tema aquí). El OSACT va a pedir al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático reformular sus actuales métodos y directrices para medir, reportar y verificar (MRV) para satisfacer la necesidad de REDD+. Esto ayudará a garantizar que la contabilidad del carbono forestal es consistente con las directrices de contabilidad de las emisiones nacionales, dijo Verchot, quien estimó que este proceso tomará dos años.