Este gran proyecto muestra las posibilidades de avanzar en el terreno de la sostenibilidad en una ciudad relativamente grande en un país de elevada conciencia ambiental y a la vez pone de manifiesto en su desarrollo los obstáculos que aparecen en la consecución de los objetivos.
Lo que se persigue es que al menos la mitad de población se dirija a su puesto de trabajo en bicicleta. En 2008 el porcentaje era del 37%, con lo cual el objetivo es fácilmente alcanzable. De todos modos los analistas observan la importancia de incidir sobre el tráfico rodado también en este ámbito, ya que podría derivar usuarios del automóvil hacia las dos ruedas y aquí no se descarta establecer algún tipo de carga económica para los conductores.
Además se impulsa una participación que se ha estructurado en tres ámbitos: la creación de centros a partir de 2004 para buscar y debatir ideas para el desarrollo sostenible local que tenían la obligación de traducir su debate en propuestas concretas; la aplicación de la idea de compromiso voluntario logrando una participación de las empresas que trascienda el simple cumplimiento de la ley y que se base en el convencimiento; y, finalmente, la promoción de la divulgación y el debate en el ámbito escolar con un centro virtual de participación.