La necesidad de energía acapara titulares en todo el mundo. Sin embargo, esta vez nuestra atención estará centrada en otro recurso de suma importancia cuya ausencia se cobra millones de vidas al año: el agua. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha expuesto que unas 2.2 mil millones de ciudadanos/as del mundo no cuentan con un acceso seguro a agua potable. Esto supone alrededor del 29% de la población global.
Los motivos son diversos y las consecuencias pueden tornarse devastadoras. En la actualidad, existe un estado de alerta constante ocasionado por la amenaza de la escasez de agua, que va en aumento. En algunos partes del mundo, las proporciones de agua alcanzadas resultan alarmantes. Gran parte de ellas ocasionadas por el avance del cambio climático y el calentamiento global.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha revelado que la demanda global de agua dulce ha subido un 20% en los últimos veinte años. Esto quiere decir que sobrepasa de manera considerable la tasa de crecimiento de la población. Ante este escenario, aseguran que existe una clave para salvar millones sin recurrir a ningún tipo de energía: los «atrapanieblas».
Un innovador sistema podría aplacar la falta de agua: no involucra el uso de energía
Tras saberse que el cambio climático acelerada la “sed” de la atmósfera, aparece un revolucionario sistema para conseguir agua incluso en las zonas más áridas del mundo. Lo llaman cosecha de niebla, un mecanismo que recopila la humedad disponible en la niebla y la transforma en agua potable.
Así acabaría con uno de los grandes problemas de la humanidad: la crisis hídrica en regiones donde el acceso al agua es muy limitado. Un lugar como este es el desierto de Atacama de Chile, donde las precipitaciones anuales son prácticamente inexistentes.
Un grupo de investigadores de la Universidad Mayor han visto esta situación y han tratado de ponerle fin con la creación de una tecnología capaz de capturar la humedad de la niebla. Lo hace a través de mallas suspendidas entre postres.
Dichas mallas toman el rol de superficie de interceptación, donde las gotas quedan acumuladas y caen hacia un canal que las lleva a tanques de almacenamiento. Es un sistema pasivo, que no necesita de energía externa, y presenta un importante potencial en áreas con recursos acotados.
La clave definitiva para acabar con la sequía del mundo sin gastar un gramo de energía
Durante un análisis efectuado en Alto Hospicio, una de las localizaciones más afectadas por la sequía del norte de Chile, el equipo halló que es posible capturar hasta 10 litros de agua por metro cuadrado al día en condiciones óptimas.
Un escenario que se da sobre todo en los meses de agosto y septiembre, cuando la niebla se torna más densa. El potencial de los «atrapanieblas» no se ciñe únicamente a espacios rurales. Su desempeño puede extrapolarse a una herramienta complementaria en ciudades que combaten contra la escasez de agua ocasionada por el cambio climático.
Mientras el mundo busca nuevas formas de abastecerse, en Chile ya están avanzando para anticiparse a un problema que se acerca de manera sigilosa y tenebrosa. La niebla que suele truncar nuestros problemas en el devenir cotidiano podría ser justo lo que nos salve de la extinción.
«Atrapanieblas», la clave para salvar millones de vidas de la devastadora sequía
La capacidad de los «atrapanieblas» para crear una fuente adicional de agua en áreas secas puede ser vital en el futuro cercano, especialmente si tenemos en cuenta que no se necesita energía para hacerlos funcionar. No obstante, no es la única forma de luchar contra la sequía. También está este cubo, que ofrece 500 litros de agua.