Francia pone en marcha su curiosa “máquina de agua”. No tiene enchufes y ofrece 1.300 litros por hora. Un invento que sorprende tanto como el coloso más grande del mundo que mitigará la crisis hídrica. La escasez de agua se hace presente en muchas partes del mundo, teniendo como consecuencia graves crisis alimentarias, problemas de salud y conflictos. Algunas de las soluciones que se han propuesto hasta ahora son la gestión sostenible de este recurso, eficiencia en su uso, reutilización, conservación, mejora de infraestructuras y cooperación internacional.
Abordar la escasez de agua demanda una perspectiva integrada y una concienciación que permita preservar este recurso vital y asegurar su acceso equitativo y sostenible en un mundo cada vez más perjudicado por las presiones hídricas. Existe escasez de agua cuando la demanda de agua de un área excede la cantidad disponible durante un determinado periodo de tiempo o cuando la calidad del agua que hay disponible no califica para ser consumida.
La instauración de esta devastadora realidad ya supone un problema considerable en muchas partes del mundo. Hay varias razones por las que la escasez de agua puede hacerse presente, como el crecimiento rápido de una población (que aumenta la demanda de agua para consumo humano), cambio climático, uso ineficiente del agua, contaminación del agua, deforestación y sobreexplotación de acuíferos, entre otras.
Francia activa su “máquina de agua”: brinda 1.300 litros por ahora
La start-up francesa Filtralife ha creado una máquina con capacidad para potabilizar el agua dulce contaminada, incluso cuando este presenta pesticidas. Es posible utilizarla sin electricidad ni productos químicos. El agua pasa por una serie de filtros y las membranas bloquean las partículas malas, al mismo tiempo que preservan los minerales.
El acceso al agua potable supone un reto para una cuarta parte de la población global, según los datos aportados por UNICEF en 2020. En este contexto, aparece un invento francés que podría marcar un antes y un después: Filtralife. Este producto de Francia puede filtrar 1.300 litros de agua sin necesidad de recurrir a electricidad ni productos químicos. Su sola aparición representa una luz de esperanza para millones de personas, más allá de su avance tecnológico.
Filtralife nació producto de la idea de Auguste Minot y cuenta con el apoyo de la compañía familia creada por Paul Minot, su fundador. Se muestra ante el mundo como una solución viable y eficiente para convertir cualquier fuente de agua, incluso aquella que está contaminada, en agua potable segura. Se trata de un sistema de filtración, protegido por patente, que resalta en el mercado por su capacidad para purificar el agua descartando metales pesados, bacterias, virus, microorganismos, pesticidas y otros químicos nocivos.
Cumple con las exigentes normas ARS y del Ministerio de Salud de Francia, garantizando calidad y seguridad del agua generada. La tecnología empleada combina nanofiltración y osmosis inversa. Retiene contaminantes y preservar los minerales vitales para la salud.
Francia tiene la “máquina de agua” definitiva para combatir el peor problema de la humanidad
Las pruebas estuvieron bajo el mando de Bernard Legube, profesor emérito de la Universidad de Poitiers que, además, es un profesional experto en la calidad y el correcto tratamiento de aguas. Dichos estudios demostrar que Filtralife es eficaz para purificar aguas muy contaminadas, como las presentes en la Marne, uno de los ríos más contaminados de Francia.
Ahora, Filtralife concentra su atención en lograr colaboraciones con gobiernos, organizaciones no gubernamentales y/o corporaciones internacionales para extender su alcance. La producción, localizada en su mayoría en una planta metalúrgica cerca de Valence-en-Poitou, muestra la capacidad que tiene la firma de responder a grandes demandas.
Así es como Francia, con su nueva máquina de agua, promete ser un actor clave en la lucha global por el acceso al agua potable. Mientras este producto termina de instaurarse en el mercado, eliminan varios puntos de vertido de aguas residuales en España.