En las Islas Baleares existe una amenaza creciente sobre las reservas marinas y los ecosistemas costeros debido a la presión pesquera —especialmente por la combinación de pesca profesional, recreativa y la falta de protección plena en muchas áreas clave del mar Mediterráneo balear.
Aunque las reservas marinas han demostrado beneficios claros para la recuperación de poblaciones vulnerables, la actividad pesquera continua siendo un factor de estrés significativo que pone en riesgo la biodiversidad y la salud de los hábitats marinos.
La Reserva Marina de la Isla del Aire, al sureste de Menorca, por ejemplo, ha visto cómo la abundancia y biomasa de peces vulnerables prácticamente se han duplicado cinco años después de su creación, lo que evidencia el potencial de estas áreas protegidas para revitalizar poblaciones explotadas.
Sin embargo, ese éxito no invalida las amenazas persistentes: la presión pesquera fuera y dentro de zonas de gestión especial continúa limitando la recuperación completa de las especies más sensibles.
Por qué las reservas marinas Baleares están en peligro
Las entidades abajo firmantes quieren expresar su máxima preocupación ante los acontecimientos surgidos a partir de la reciente propuesta de ampliación de la Reserva Marina dels Freus d’Eivissa i Formentera, la cual contempla flexibilizar la normativa vigente para permitir una mayor actividad de pesca recreativa y más capturas en dicho espacio protegido.
En las Islas Baleares existe una amenaza creciente sobre las reservas marinas y los ecosistemas costeros debido a la presión pesquera —especialmente por la combinación de pesca profesional, recreativa y la falta de protección plena en muchas áreas clave del mar Mediterráneo balear.
En el contexto de avance hacia el compromiso europeo y nacional de proteger un 30 % de la superficie marina en 2030, y un 10 % de manera estricta, las organizaciones firmantes consideran positivo y apoyan de forma decidida cualquier avance en este sentido.
Sin embargo, alertan que es de extrema gravedad que, para avanzar en la consecución de dichos objetivos —ya sea mediante la ampliación de Áreas Marinas Protegidas (AMP) existentes, o la creación de otras nuevas—, se rebaje de forma flagrante su nivel de protección.
La presión sobre especies clave amenaza la economía azul local
Desde 1999 se ha invertido una cantidad significativa de dinero público en la creación de una red de reservas marinas de interés pesquero en el archipiélago balear. Estas reservas marinas constituyen herramientas de gestión pesquera que, como cualquier otra medida, se sostienen en el conocimiento científico; tanto en su ubicación como en las normativas a desarrollar en su interior.
Unos requisitos expresados de forma meridianamente clara en la Ley de Pesca de las Illes Balears.
Les preocupa gravemente que las propuestas de modificación del Decreto (que regula las actividades de extracción de flora o fauna marina y las actividades subacuáticas en las reservas marinas de las aguas interiores del litoral de les Illes Balears) igualen la normativa existente en aguas sin figura de protección con las reservas marinas.
Igualmente, les preocupa que la eventual modificación de dicho Decreto elimine la zona de veda a la pesca recreativa en s’Espardell, produciendo un incremento del esfuerzo pesquero de la flota recreativa dentro de las reservas marinas.
Este incremento del esfuerzo y cuotas de captura de la flota pesquera recreativa pone en peligro las condiciones que les han llevado desde situaciones de sobreexplotación de los recursos marinos hasta recuperaciones muy significativas que han permitido, entre otras cosas, frenar el descenso de la flota de artes menores allí donde se ubicaba una reserva marina.
Una flota de pesca profesional que se encuentra en declive y que es de máxima importancia en el abastecimiento de mercados, en la soberanía alimentaria y en el suministro de productos de calidad de kilómetro cero, claves en la llamada economía azul.
La Reserva Marina de la Isla del Aire, al sureste de Menorca, por ejemplo, ha visto cómo la abundancia y biomasa de peces vulnerables prácticamente se han duplicado cinco años después de su creación, lo que evidencia el potencial de estas áreas protegidas para revitalizar poblaciones explotadas.
Hay que recordar que desde la creación de la red de reservas marinas de Baleares se ha producido un aumento en el número de licencias de pesca recreativa, llegando hasta las 45.000. Por tanto, es evidente que el establecimiento de Reservas Marinas en las Illes Baleares no ha ido ni va en detrimento de esta actividad.
La reciente propuesta presentada por PP y VOX y aprobada en el pasado pleno del Consell d’Eivissa contempla la autorización de modalidades de pesca como, entre otras, la pesca submarina, dentro de las reservas marinas.
Existen evidencias de que esta modalidad afecta muy negativamente a las especies litorales, poniendo en riesgo los beneficios que aportan las reservas marinas en términos de incremento del número y del tamaño de especies de interés pesquero. Además, esta práctica también perjudica el aumento de especies que son recursos pesqueros.
Por último, destacan que la pesca recreativa es el sector que menos declara y registra sus capturas, y es donde se registran más sanciones por falta de licencia, capturas no autorizadas o pesca ilegal.
El valor científico perdido con cambios sin evidencia
Esta propuesta, planteada sin respaldo científico o técnico, se aparta de los consensos normativos y de la evidencia científica que han contribuido al éxito de la red balear de reservas marinas. Además, supone un cambio de rumbo respecto a la línea establecida para el conjunto de las Illes Balears, el cual amenaza las reservas marinas de todo el archipiélago.
Ante la gravedad de la situación, las entidades firmantes proponen:
- Una moratoria en los cambios que el Govern, a petición del Consell d’Eivissa, y de las asociaciones de pesca recreativa de Ibiza y Formentera, pretende realizar en cuanto a las regulaciones de la pesca recreativa en las reservas marinas de Ibiza y Formentera.
- Iniciar un proceso participativo utilizando los órganos de gobernanza ya creados en Pitiüses teniendo en cuenta a todos los agentes sectoriales y con la presencia de científicos y organismos públicos que han estado directamente implicados en el estudio de la red balear de reservas marinas (CEAB-CSIC, IMEDEA-CSIC, IEO-CSIC, empresas públicas del Govern: IRFAP-Tragsatec) para que ofrezcan una información independiente, veraz, basada en la mejor evidencia científica disponible, sobre la idoneidad de todos los cambios normativos que puedan afectar al estado de conservación de los recursos marinos de la red de AMP de les Illes Balears.
Entidades firmantes (ordenadas alfabéticamente):
- Arrels Marines.
- Ecologistas en Acción.
- Fundació Iniciatives del Mediterrani.
- Fundació Marilles.
- Fundación Cleanwave.
- Fundación por la Conservación de Ibiza y Formentera
- Fundación Save the Med.
- GEN-GOB.
- GOB Mallorca.
- GOB Menorca.
- Greenpeace.
- Plataforma Port Ramassat.
A pesar de nuevas delimitaciones y ampliaciones planificadas —como la expansión de la Reserva Marina des Freus en 5 600 hectáreas— la regulación de la pesca y el cumplimiento de las normas siguen siendo desafíos importantes.
La pesca ilegal en zonas prohibidas y la necesidad de un control más riguroso muestran que la conservación marina en Baleares requiere tanto un marco legal más sólido como una vigilancia más efectiva para asegurar que las reservas marinas realmente cumplan su función frente a la presión pesquera.
En definitiva, si bien las reservas marinas ofrecen una herramienta fundamental para preservar la riqueza biológica del mar balear, la presión pesquera plantea una amenaza seria que demanda acciones más contundentes para garantizar la protección efectiva de estos ecosistemas únicos. Seguir leyendo en ECOticias.com
