Todo o nada
La tala y la quema acabaron con la selva natural que fue sustituida por la plantaciĆ³n de cultivos, los campos dieron paso a los asentamientos y finalmente a los pueblos, ciudades y enormes orbes que ejercieron cada vez mĆ”s presiĆ³n al medio ambiente.
No existĆa un concepto real de sostenibilidad aplicado a la vida, aunque muchos habitantes del pasado lejano comprendieron que el suelo tenĆa una fertilidad mĆ”xima que podĆa agotarse y que debĆa reponerse de alguna forma.
Muchas sociedades perecieron o debieron migrar debido a su incapacidad para adaptarse a las condiciones provocadas por estas prĆ”cticas insostenibles, ya se tratase de la introducciĆ³n de especies exĆ³ticas que alteraron el equilibrio del ecosistema, de haber cortado demasiados Ć”rboles a la vez o incluso de no lograr adaptarse a las fluctuaciones naturales del clima.
ConcienciaciĆ³n paso a paso
Por ende, el mundo moderno es mucho mĆ”s consciente de los posibles daƱos causados por las acciones de los seres humanos y por los beneficios de la sostenibilidad ambiental y este cambio cultural, a menudo conduce a la supervivencia de las sociedades, mĆ”s allĆ” de lo que sugerĆan sus propias circunstancias.
Aunque algunos filĆ³sofos renacentistas y de la IlustraciĆ³n expresaran su preocupaciĆ³n por el empleo de los recursos y la sobrepoblaciĆ³n y por su sostenibilidad a largo plazo, estas propuestas no fueron tomadas en serio y se consideraban meras cuestiones hipotĆ©ticas. Se necesitarĆa llegar al siglo XX para entender el impacto que las acciones antropogĆ©nicas podrĆan tener en el medio ambiente.
Los daƱos ambientales, la contaminaciĆ³n, los suelos desestabilizados por la tala de Ć”rboles, la quema de combustibles fĆ³siles, la ausencia de sostenibilidad de los recursos consumidos y los problemas ambientales, provocaron una creciente preocupaciĆ³n que obligĆ³ al ser humano a enfrentar la realidad de que podrĆa estar acabando con su propio ecosistema.
En los aƱos ochenta la gente comenzĆ³ a ser consciente de la problemĆ”tica de la destrucciĆ³n de la capa de Ozono. A ello se le sumĆ³ la aceptaciĆ³n de que los gases que se generaban al quemar combustibles fĆ³siles contribuĆan a magnificar el efecto invernadero natural de la tierra.
Cuando el milenio tocaba su fin, tambiĆ©n asumieron que algunos recursos eran finitos y que era hora de decantarse por fuentes de energĆa renovables y no contaminantes; fue entonces cuando naciĆ³ el movimiento ambientalista, movido por necesidades sociales, econĆ³micas y cientĆficas.
En la actualidad la sociedad padece de los efectos de su consumismo extremo, del Cambio ClimĆ”tico y del Calentamiento global y debe enfrentarse a fenĆ³menos como la migraciĆ³n ambiental, la desertizaciĆ³n o la magnificaciĆ³n de las catĆ”strofes naturales; la Ćŗnica forma de revertir estas problemĆ”ticas es adoptar un sistema de vida que tienda a la sostenibilidad en todas sus facetas.