La agricultura ecológica ocupa un lugar central en el trabajo de Greenpeace. Es la única solución a un modelo agrícola en crisis
Pablo Bolaño entrevistó de Luis Ferreirim, responsable de la Campaña de Agricultura de Greenpeace España. En este texto, Luis aporta la visión que tiene de la agricultura biológica Greenpeace. Y muchas otras cosas…
-La agricultura ecológica ocupa un lugar central en el trabajo de Greenpeace. Es la única solución a un modelo agrícola en crisis, derrochador de recursos y que no está siendo capaz de dar respuesta a las grandes necesidades de la Humanidad. Cada vez los extremos crecen de forma más desproporcionada: más de mil millones de personas pasan hambre y otros tantos millones de personas tienen sobrepeso o son obesas (este es ya el quinto factor de riesgo de defunción en el mundo moderno según la OMS). Y, realmente, todo tiene que ver con el modelo agrícola predominante, que ha primado la productividad bajo todo coste, es el hecho de que cerca de ⅓ de los productos alimenticios se tiren a la basura. La agricultura ecológica es la única que garantiza alimentos y productos saludables para hoy y mañana, protege los suelos, el agua, el clima y la biodiversidad, genera empleo, es motor de desarrollo rural, asegura cultivos resistentes, no contamina el medio ambiente con productos químicos o transgénicos y responde a una necesidad imperante de soberanía alimentaria por parte de los pueblos.
LAS CAMPAÑAS
-¿Nos puedes hablar de campañas o acciones que hayáis realizado y que tengan a la agricultura biológica por protagonista?
-Greenpeace tiene una campaña de agricultura a nivel mundial y precisamente todas las iniciativas y actividades van dirigidas a poner en evidencia cómo ha fallado el modelo de agricultura industrializado y predominante; como su exponente máximo, la agricultura con transgénicos es una falsa solución que obedece solamente a los intereses de las grandes corporaciones, y que de esta forma se está desviando la investigación y las inversiones de las soluciones baratas, eficaces y naturales, que están al alcance de todos y que no aportan riesgos añadidos. España es el bastión del cultivo de variedades transgénicas en Europa, es el único país europeo que cultiva estas variedades a una escala importante y, aunque cada vez se quede más aislado en esta materia, sigue yendo a contracorriente sin escuchar la mayoría de la ciudadanía que, tras 15 años de experiencia, sigue rechazando este tipo de productos. En este sentido, el trabajo que ha desarrollado la campaña de agricultura y transgénicos en España se ha centrado en mostrar a lo largo de estos años que el cultivo de variedades transgénicas no puede coexistir con el cultivo de variedades convencionales y ecológicas porque una vez liberadas en el medio ambiente las variedades transgénicas no se pueden controlar y, por lo tanto, las contaminaciones son inevitables. La publicación de dos informes, a saber “La imposible coexistencia” y “La coexistencia sigue siendo imposible”, ha puesto en evidencia cómo la agricultura ecológica es la que más pierde y perderá con un modelo agrícola que adopta los transgénicos.
-¿Por que la agricultura ecológica ha tardado tanto en ser una tendencia prioritaria de algunas organizaciones ambientalistas?
-No podemos contestar por las demás organizaciones, desde luego en Greenpeace siempre hemos visto la agricultura ecológica como el modelo agrícola a seguir. Ha sido una tendencia prioritaria en el pasado, lo es en el presente y lo será aún más en el futuro.
-¿En qué medida piensas que vuestros socios apuestan por una alimentación orgánica?
-Greenpeace tiene más de 100.000 socios en España y más de 3 millones en el mundo. Estamos seguros de que un elevado porcentaje de nuestros socios, coherentes con los valores que les hacen apoyar a una organización como Greenpeace, una organización que además es totalmente independiente política y económicamente, que no recibe subvenciones de empresas, gobiernos o partidos políticos, que solo depende de las aportaciones de sus socios y trabaja por un futuro verde y en paz, apuesta por una alimentación sana, de calidad y respetuosa con el medio ambiente, la que sólo puede ofrecer la agricultura ecológica.
EN LO PERSONAL
-¿La agricultura ecológica es una apuesta también en lo personal de los directivos de vuestra entidad?
-No es una obligación contractual pero la coherencia con los valores que promulgamos es una constante en Greenpeace. En todos los eventos organizados o co-organizados por Greenpeace España y que incluyen alimentos procuramos que el mayor porcentaje provenga de la agricultura ecológica. Cada vez más conseguimos que sea el 100% trabajando directamente con los proveedores y adaptando los menús a los productos ecológicos disponibles y de temporada.
-¿De qué manera Greenpeace llama a sus socios a tener una tendencia de consumo responsable y consciente?
-Una de las grandes herramientas de cambio y presión de la sociedad actual es a través de lo que se consume. Todos somos consumidores, de alimentos, de energía, de ropa, y un largo etc., por lo que intentamos desde Greenpeace poner en evidencia en casi todas nuestras campañas el poder de esa herramienta. Un claro ejemplo es la Guía Roja y Verde de Alimentos Transgénicos, desarrollada por la campaña de agricultura y que ha permitido suplir una laguna en la actual legislación sobre etiquetado de productos transgénicos. De esta forma ha permitido que cada persona ejerza su derecho a saber y pueda elegir de forma responsable y consciente qué producto comprar. El carrito de la compra es hoy por hoy una herramienta al alcance de todos, sin embargo aquí también hace falta carnet de conductor. La forma como lo conduzcamos puede ser un agente de cambio fundamental y positivo o un apoyo a un modelo despilfarrador que no tiene en consideración los límites de nuestro planeta. Si es así, tarde o temprano, se nos pinchará una rueda, o al ritmo que llevamos, todas….
-¿La agricultura biológica está relacionada con la salvaguarda de la deforestación o la contaminación de los océanos?
-Actualmente nadie puede dudar del valor de las florestas para el equilibrio ecológico, sin embargo la deforestación sigue siendo una de las mayores lacras de la Humanidad. Ecosistemas tan importantes como la Amazonía sufren esta constante amenaza en gran medida debido al avance de los cultivos agrícolas industrializados y de la expansión ganadera. Argentina ha perdido muchos de sus bosques nativos para crear lo que se denomina un “desierto verde”, a saber, extensiones “sin fin” ocupadas por el monocultivo de soja (el 99% de la soja cultivada en Argentina es ya soja transgénica, que en su mayoría es exportada a los países enriquecidos). En ambos casos, los productos agrícolas fruto de la deforestación… se destinan casi exclusivamente a la producción de piensos animales y en gran medida a la exportación, esquilmando los suelos ya por si poco fértiles, por lo que la exportación es también la exportación de nutrientes y por lo tanto de la poca fertilidad de sus suelos.
COMBINACIONES
-¿Hay formas de combinar agricultura y ganadería sostenible?
-Cada vez existen más experiencias positivas en el mundo que demuestran la posibilidad de combinar la agricultura con la explotación sostenible de algunos bosques, lo que se denomina como agroforestería. Las dehesas ibéricas son un ejemplo milenario y exitoso de este tipo de exploración y la agricultura ecológica juega un papel fundamental para la manutención necesaria del equilibrio en estos sistemas productivos. Por otro lado, el consumidor de productos ecológicos es cada vez más un consumidor activo y responsable que exige productos no solo ecológicos pero también locales, aquellos que demuestran una menor huella ecológica y que fomenten la soberanía alimentaría de los pueblos.
-¿La marca de la agricultura química se puede ver en el agua?
-Una agricultura absolutamente dependiente de fertilizantes químicos y de pesticidas, como la agricultura industrializada, es una agricultura que deja un rastro indeleble en los ecosistemas. Cuando vemos los mapas de contaminación del agua, incluso de las capas freáticas, nuestras reservas de agua, algunas de las sustancias predominantes son aquellas utilizadas en la agricultura y derivadas de la ganadería industrializada. La contaminación del agua es sin duda un problema de enorme importancia y la agricultura ecológica con sus prácticas más respetuosas y sin el recurso a agroquímicos contribuye enormemente a la resolución de este problema. Un dato a tener en consideración es que actualmente la agricultura se lleva el 70% del consumo de agua y que la demanda de agua dulce superará 40 veces la oferta en 2030. Con mucho menos agua y si además están contaminadas, poco haremos. La agricultura ecológica ha demostrado ser más eficiente y menos contaminante, por lo tanto solo hay una respuesta, a saber, debemos apostar decididamente por ella.
-¿Háblanos de la relación que tiene Greenpeace desde hace años con BioCultura?
-Greenpeace lleva años colaborando con BioCultura, puesto que en esta feria única se promulgan valores que compartimos. Estamos desde hace años presentes con un estand donde damos a conocer nuestras campañas y actividades, participamos activamente en charlas, ponencias y debates e incluso hemos aportado ideas de mejora, porque, como en todo, siempre podemos mejorar.
Pablo Bolaño / The Ecologist
Asociación Vida Sana
Más info: www.greenpeace.es