La Administración autonómica paga a través de este convenio «las vacunas, los gastos del acto clínico, los sellos de la campaña y los créditos de la base de datos».
El Gobierno de Ceuta que preside Juan Vivas (PP) ha aprobado en su reunión semanal ordinaria de este viernes la firma de un convenio entre su Consejería de Sanidad y el Colegio de Veterinarios para sufragar con 95.000 euros la realización de una campaña antirrábica obligatoria y gratuita para perros, gatos y hurones con menos de tres meses de edad con el fin de evitar la extensión a la ciudad autónoma de los focos de esa enfermedad que todavía se dan en Marruecos.
Según ha explicado el portavoz del Ejecutivo autonómico, Jacob Hachuel, en declaraciones a los medios, se calcula que serán vacunados «unos 7.200 animales de compañía» en cualquiera de las ocho clínicas veterinarias existentes en la ciudad autónoma. El acuerdo subvencionará con fondos públicos la vacunación de hasta un máximo de cinco animales por propietario. Hachuel ha recordado que esta campaña, «obligatoria para las mascotas con más de tres meses de edad», pretende «asegurar su permanente protección frente a la enfermedad».
La Administración autonómica paga a través de este convenio «las vacunas, los gastos del acto clínico, los sellos de la campaña y los créditos de la base de datos». Además, si se trata de la primera vacunación está sufragada la inoculación de la dosis pero la cartilla sanitaria y la inserción del microchip, siempre previa, deberán correr por cuenta del propietario del animal.
El último foco de rabia en Ceuta se declaró en 2012, cuando la Administración obligó a todos los propietarios a usar con correa y bozal para pasear a sus perros por espacios públicos e impuso la exigencia de autorización previa de los Servicios Veterinarios públicos para poder sacarlos de la ciudad autónoma, que fue catalogada como «área restringida».
El Ministerio de Sanidad activó en junio de 2013 una alerta tras detectar un caso de rabia canina, el primero en la Península desde 1978, después de que un perro que había estado varios meses antes en Marruecos con sus dueños y que también había pasado por Ceuta mordiese a varias personas en Toledo.