Afinales del mes pasado, un podenco de año y medio de edad fue encontrado muerto por agentes de la Guardia Civil en El Madroño, en el término municipal de Almogía (Málaga). Había sido ahorcado con una cuerda y arrojado por un precipicio. La investigación de los agentes llevó a la identificación de los presuntos responsables, uno de los cuales alegó que habían matado al perro porque «no servía para cazar».
Ante este tremendo horror, desde PACMA nos pusimos de inmediato a trabajar en acciones legales y hemos iniciado la acción popular junto a otras doce asociaciones protectoras para exigir la máxima condena para los culpables y hacer justicia por este perro. No podemos permitir de ninguna manera que esta crueldad quede impune.
El perro «no servía para cazar»
El pasado 6 de febrero, una persona presenció cómo dos hombres intentaban ahorcar a un perro podenco de la rama de un olivo. Al ser recriminados, huyeron. Esta persona avisó de inmediato a la Guardia Civil, que acudió al lugar de los hechos pero no pudo encontrar al animal.
En ese momento se inició una investigación que llevó a la identificación de uno de los presuntos responsables, a cuyo nombre estaba el microchip del perro y el cual fue detenido por conducir ebrio, amenazas y resistencia a la autoridad. Posteriormente os agentes localizaron el cuerpo del animal en el fondo de un precipicio y pudieron identificar y detener al segundo presunto responsable, quien reconoció los hechos y señaló que el animal «no servía para cazar» y que por ello lo mataron.
El perro, efectivamente, había sido ahorcado con una cuerda de la rama de un árbol, como presenció la persona que dio el aviso, y posteriormente su cuerpo había sido arrojado por el precipicio, donde lo localizaron los agentes.
Exigiremos la máxima condena
Este espeluznante caso pone de manifiesto el horror de la caza y el infierno que viven los perros usados para cazar, que son desechados por personas desalmadas como estas cuando no sirven. En Andalucía, 35 protectoras (una mínima parte de las miles que hay) de las que participaron en nuestro reciente informe sobre el abandono de galgos y otros perros de caza recogieron, solo en 2019, a 2366 galgos y a otros 1731 perros de caza; cifras espeluznantes que demuestran el horror de la caza. Otros muchos perros, como este podenco, no tienen la suerte de ser rescatados y son matados y desechados de las formas más crueles.
Por eso, desde PACMA no permitiremos que actos así queden impunes y nos hemos personado como acusación, junto a otras entidades de protección animal, para que se haga justicia por este animal. Se investiga a ambos por un delito de maltrato animal con agravante de ensañamiento y resultado de muerte, además de otros delitos de desobediencia grave, amenazas y contra la seguridad de tráfico. Exigiremos la máxima condena para ambos. Este perro no tiene a nadie más que luche por él; fue su propio propietario quien le arrebató la vida de una forma tan terrible y cruel.
Por eso no cejaremos en nuestro empeño, en nuestra lucha legal por todos los animales como este, anónimos, que no tienen a nadie. Si no existiese la figura de la acción popular para los delitos de maltrato animal (como pretende hacer el Gobierno con la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal), no podríamos luchar por animales como este podenco. Por eso nuestra lucha legal es tan necesaria. Animales como este perro nos necesitan, y exigiremos siempre la máxima condena, aunque la legislación que protege a los animales sea ridícula en España.
Fuente: Pacma