Día mundial del Gato Negro 2023. Desde el Imperio Romano, con la expansión del cristianismo, se demoniza al gato negro. Se cree que traen mala suerte, que se relaciona con brujas y hasta que es poco sociable o directamente salvaje. Estos prejuicios y las creencias son difíciles de desmontar, lo cual no ayuda a estos pobres felinos.
De hecho, estadísticamente, el gato negro es el que tiene más dificultades para encontrar una familia y, por lo tanto, pasa mucho más tiempo en un refugio o asociación que otros gatos. Incluso a la hora de recogerlos, hay quienes priorizan a los de otro color, porque saben que son más fáciles de adoptar. Lo que genera más gatos negros ferales y acrecienta su mala fama.
De la veneración a la maldición
En el antiguo Egipto, los gatos eran animales sagrados considerados una encarnación divina. Eran los representantes de la diosa Bastet a quien se representaba con cabeza de gato. Los gatos incluso fueron embalsamados después de su muerte y ocuparon lugares de privilegio en las tumbas de sus amos.
En Europa, en la Edad Media, el gato negro era considerado como la encarnación del diablo y partícipe obligado de los ritos de magia negra. Lamentablemente, algunas sectas satánicas ofrecían gatos negros como sacrificio al diablo. Y las brujas siempre fueron representadas con un gato negro.
Por ello, durante la caza de brujas, los gatos negros también fueron quemados y casi erradicados. Para colmo, gracias al sigilo natural de los felinos y a que en la oscuridad pasa desapercibido, también se lo relaciona con la muerte. Y muchas leyendas han alimentado este miedo al gato negro.
Supersticiones duras de destruir
Incluso hoy en día, cruzarse con un gato negro sigue siendo un signo de mala suerte en la cultura popular. Tanto como pasar por debajo de una escalera. Afortunadamente, estas creencias sin fundamento están comenzando a desaparecer. Y la única forma de conseguirlo es mediante la cultura y la información. Porque a quien es supersticioso, no se le puede pedir sentido común.
Sin embargo, en algunas culturas el gato negro es sinónimo de suerte y felicidad. En Inglaterra, los Países Bajos o incluso en algunas naciones asiáticas, no solo son respetados, sino que se los prefiere a los de otro color.
Se cree que su presencia en un hogar sería un buen augurio para que una joven se case. O, que, si te encuentras con un gato negro, tienes que pedir un deseo. Y según una creencia bretona, todo gato negro tiene un pelo blanco que sirve de talismán a quien consigue atraparlo. Unas supersticiones que, aunque sean positivas, también deberían superarse.
Gatos negros: los menos adoptados
En Gran Bretaña, la SPA británica declaró que el 70% de los gatos abandonados eran negros. También afirmó que no eran fotogénicos y que se mostraban mal en las selfis. Lo que se considera que es la causa del resurgimiento de su abandono. En los Estados Unidos, este fenómeno incluso tiene un nombre: el “Síndrome del gato Negro”.
En los países latinos los gatos negros son los menos solicitados. De hecho, en España, todos los refugios y asociaciones protectoras de animales lidian a diario con el estigma que pesa sobre los gatos negros. Porque las supersticiones siguen jugando en su contra. Y aunque la mayoría no lo reconoce, los adoptantes prefieren mayoritariamente a los gatos más ‘atractivos’, es decir, a los que no son negros.
Los gatos negros merecen el amor de un hogar tanto como cualquier otro. Muchos de ellos esperan durante meses y hasta años en refugios o asociaciones para encontrar una familia. y son capaces de dar el mismo amor que cualquier otro de diferente color. Porque el pelaje no tiene nada que ver con su capacidad de ‘adoptar’ a un humano y hacerlo inmensamente feliz. Día Mundial del Gato Negro 2023.