Los gatos son criaturas vocales: maúllan, gritan y ronronean. Desde el punto de vista de la producción de voz, los maullidos y los gritos no son especiales. Su sonido se genera en la laringe del gato, al igual que la vocalización en los humanos y la de muchos otros mamíferos.
Por el contrario, durante mucho tiempo se creyó que los ronroneos de los gatos eran excepcionales. Investigaciones que datan de hace medio siglo sugieren que los ronroneos se producen mediante un mecanismo especial.
Y que, este consistiría en la contracción y relajación cíclica de los músculos de las cuerdas vocales dentro de la laringe. Lo que requiere un control y una entrada neuronal constante por parte del cerebro.
Un estudio reciente, dirigido por el científico de la voz austriaco Christian T. Herbst de la Universidad de Viena, demuestra que estas contracciones musculares cíclicas, en realidad no son necesarias para generar los ronroneos de los gatos.
Características únicas e insólitas de los gatos
Los datos de un experimento controlado de laboratorio muestran que la laringe del gato doméstico puede producir sonidos impresionantemente bajos en frecuencias de ronroneo sin necesidad de ninguna entrada neuronal cíclica ni contracciones musculares repetitivas. El mecanismo de producción de sonido observado es sorprendentemente similar a la “voz chirriante” o “voz vocal” humana.
«Las investigaciones anatómicas revelaron una ‘almohadilla’ única dentro de las cuerdas vocales de los gatos que puede explicar cómo un animal de compañía, tan pequeño, que pesa solo unos pocos kilogramos, puede producir sonidos regularmente en esas frecuencias increíblemente bajas (20-30 Hz, o ciclos por segundo). Algo que está muy por debajo incluso de los sonidos graves más bajos producidos por voces humanas”, dice Herbst.
Los hallazgos del estudio, aunque no constituyen una refutación absoluta de la teoría anterior, son un indicador claro de que la comprensión actual del ronroneo de los gatos es incompleta. Y que ello justifica más estudios al respecto.
Referencia: artículo original de Christian T. Herbst et al, titulado Las laringes de los gatos domésticos pueden producir frecuencias de ronroneo sin intervención neuronal. Publicado en Current Biology.