De todas las investigaciones que desde hace tiempo se hacen para conocer los efectos del cambio climático, una de las últimas se centra en esas mismas consecuencias en el caso del viñedo y cómo esa emergencia climática azota a la vid.
Todo parte de un trabajo llevado a cabo por el equipo de investigación del Instituto de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha (IVICAM) que durante los últimos años ha analizado el comportamiento de variedades minoritarias de uva recuperadas, autorizadas y otras en referencia a cómo es su comportamiento agronómico y cómo son sus aptitudes enológicas en el contexto actual de cambio climático.
Entre las conclusiones de este informe se apunta al hecho de que contar con información sobre las necesidades hídricas del viñedo, así como su adaptabilidad son claves para poder tomar decisiones sobre el futuro de la agricultura en relación al cambio climático.
El viñedo y los efectos sobre este del cambio climático
El Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF) ha celebrado la jornada de transferencia del conocimiento denominada ‘El viñedo ante el cambio climático: potencial de variedades recuperadas y otras emergentes’, que se ha centrado en dar a conocer las últimas investigaciones en el campo sobre la resiliencia varietal de la vid a los efectos del cambio climático.
El equipo de investigación del Instituto de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha (IVICAM) ha trabajado en los últimos años en analizar el comportamiento de variedades minoritarias de uva recuperadas, autorizadas y otras de interés nacional o internacional, todo ello bajo la perspectiva de su comportamiento agronómico y sobre sus aptitudes enológicas en el contexto actual de cambio climático.
La jornada, han señalado este viernes el IRIAF en un comunicado, ha analizado las herramientas que permiten abordar el impacto que los efectos del cambio climático van a tener en las producciones vitivinícolas de la región en un futuro a corto y medio plazo, como pueden ser la elevación de las temperaturas y el aumento del déficit hídrico durante el periodo vegetativo de la vid.
Mitigar el impacto negativo de esos cambios en la maduración y la calidad de la uva comporta adaptaciones de la viticultura que afectan tanto a las prácticas agronómicas como a las estrategias de selección de cultivos para identificar genotipos más adaptados, han sido algunos de los temas que han centrado esta jornada.
A través de tres conferencias impartidas por los investigadores del IVICAM, se han expuesto los resultados de los estudios de investigación llevados a cabo hasta la fecha en la valoración de las variedades de vid en base a su resiliencia a estos efectos del cambio climático, que han conjugado su adaptación fisiológica y agronómica a las condiciones de estrés hídrico y térmico con su potencial para obtener producciones de calidad.
Así, se ha dado información de un gran número de las variedades estudiadas, con especial atención a las minoritarias que han sido recuperadas en anteriores trabajos del IVICAM, entre las que se han encontrado un buen número con comportamientos muy interesantes de cara a abordar los retos del cambio climático en la viticultura y enología regionales.
El director del IRIAF, José Luis Tenorio, y el director general de Desarrollo Rural, José Juan Fernández, presentes en la inauguración de esta jornada, han destacado que disponer de información sobre las necesidades hídricas de las diferentes variedades y cultivos, así como su adaptabilidad a las esperadas consecuencias del cambio climático, son claves para poder ofrecer a la sociedad conclusiones basadas en la ciencia que ayuden a tomar decisiones sobre el futuro de la agricultura. EFE / ECOticias.com