El cambio climático multiplica por 40 la probabilidad de ‘megaincendios o incendios de sexta generación’ como los de este verano en España

Publicado el: 4 de septiembre de 2025 a las 10:50
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Un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha comprobado que el riesgo climático de incendios forestales está aumentando en todo el mundo debido al calentamiento global.

La investigación, que revisa 500 trabajos de investigación previos e incluye un nuevo análisis de datos de última generación con observaciones por satélite y modelos climáticos, apunta a que las acciones y políticas humanas pueden desempeñar un papel fundamental en la regulación de los impactos regionales.



Cada vez son más frecuentes paisajes más secos y calurosos que son más susceptibles a quemarse y, además, con más severidad, lo que incrementa el riesgo de grandes incendios forestales, también llamados megaincendios o incendios de sexta generación.

El número de días con riesgo extremo de incendios ha aumentado en todo el mundo y se ha duplicado en la cuenca mediterránea en los últimos 40 años por el cambio climático.



Incendios de sexta generación

El cambio climático hizo 40 veces más probable la ola de mega incendios vivida en España y Portugal este verano, al provocar unas condiciones extremadamente cálidas, secas y ventosas.

Esta es la principal conclusión del informe publicado hoy por la organización World Weather Attribution (WWA), donde se demuestra que la crisis climática motivó que las condiciones meteorológicas fuesen un 30 % más intensas, y que la ola de calor de esos días fuese 200 veces más probable y 3 ºC más intensa.

Las ocho víctimas mortales, los cientos de heridos, las miles de personas afectadas directamente por los incendios, las familias que han perdido sus casas y sus medios de vida, nos demuestran que el cambio climático ya está aquí y sus impactos cada vez serán más intensos.

Además, son las personas quienes más están pagando las consecuencias del cambio climático, mientras que los principales causantes, las empresas de combustibles fósiles, siguen obteniendo beneficios obscenos y saliendo indemnes.

Necesitamos urgentemente una reacción desde todas las administraciones para adaptar nuestro país y minimizar los impactos futuros para la sociedad. También se nos acaba el tiempo para reducir las emisiones al ritmo aconsejado por la ciencia: España tiene la responsabilidad, la posibilidad y la oportunidad de reducirlas un 55 % en 2030 (con respecto a 1990) y la UE de llegar a emisiones 0 netas en 2040.

Entre las medidas que las administraciones tienen en sus manos para acelerar el abandono de los combustibles fósiles destaca, por su potencial y su componente de justicia social y climática, que la industria fósil y otros grandes contaminadores paguen nuevos impuestos que reduzcan su rentabilidad y aporten los fondos necesarios para una transición ecológica justa.

Este estudio deja clara la responsabilidad climática en la gravedad de los incendios forestales, a la que se añaden el abandono del medio rural, la intensificación agrícola y ganadera, y la falta de prevención.

Si el Gobierno y el resto de las fuerzas políticas quieren actuar con rigurosidad y responsabilidad, Greenpeace insiste: e Pacto de Estado por la emergencia climática debe incluir medidas concretas, financiación y plazos, además de ser construido con la participación del conjunto de la sociedad.

380.000 hectáreas arrasadas por el fuego en España

La ola de incendios de este verano ha arrasado más de 380.000 hectáreas en España, duplicando la media anual desde 2006. En el caso de Portugal, han ardido 260.000 hectáreas, el equivalente al 3 % del territorio.

La superficie quemada en los dos países supone dos tercios del total que han ardido este año en Europa, donde por primera vez se ha superado la cifra del millón de hectáreas.

El informe de WWA se publica tras el estudio de atribución realizado por la misma organización sobre los incendios de Grecia, Turquía y Chipre de este verano donde se concluye que el cambio climático ha provocado que las condiciones de temperatura, sequedad y viento sean un 10 % más probables y un 22 % más intensas.

Estas conclusiones apuntan a cómo en Europa las condiciones para los incendios de alta intensidad se ven favorecidas por el cambio climático, especialmente en la región Mediterránea, donde los impactos del aumento de la crisis climática son más severos e intensos y con ello sus dramáticas consecuencias. ECOticias.com