André Corrêa do Lago quien presidirá la próxima COP30 que se realizará en plena Amazonia brasileña entre el 10 y el 21 de noviembre, abogó por la creación del TFFF, que será un fondo cuyo objetivo es la conservación y preservación de todas las selvas tropicales del mundo y que debería ser gestionado por el banco mundial.
TFFF es la sigla del Fondo para los Bosques Tropicales para Siempre, una iniciativa que se busca sea aprobada en la cumbre del clima de Belém y que recompensará económicamente a aquellas comunidades que se preocupen por la protección y preservación de la biodiversidad de estos espacios.
Uno de los puntos que se trataron en esta reunión previa a la próxima cumbre y que se celebró en París, para conmemorar los 10 años del Acuerdo firmado en esa ciudad y que busca mitigar el cambio climático, es la lentitud con la que ha avanzado la acción climática.
El TFFF y la COP30
El presidente de la próxima COP30, André Corrêa do Lago, pidió este miércoles acciones concretas en la cumbre del clima que se celebrará en noviembre en Brasil y puso como ejemplo la creación de un fondo internacional gestionado por el Banco Mundial para incentivar la preservación de selvas tropicales.
Esta iniciativa, anunciada en septiembre, forma parte de una estrategia para que la reunión, que se celebrará del 10 al 21 de noviembre en Belém, en la Amazonía brasileña, se centre en acciones concretas y resultados, más allá de compromisos políticos.
El mecanismo, denominado Tropical Forests Forever Facility (TFFF, Fondo para los Bosques Tropicales para Siempre), integrará la biodiversidad y las comunidades locales, recompensando económicamente a quienes participen en la conservación y restauración forestal. Corrêa do Lago lo presentó como un ejemplo de soluciones tangibles que los países del Sur global pueden ofrecer para combatir el cambio climático.
Durante su intervención en un panel con expresidentes de cumbres climáticas y la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, el brasileño Corrêa do Lago subrayó que la acción climática ha sido «frustrantemente lenta» en los últimos diez años desde la firma del Acuerdo de París.
Añadió que aún persiste una percepción de inequidad entre el Norte y el Sur, donde muchos países sienten que sus compromisos no se han traducido en cambios concretos. «Si el acceso a la financiación se vuelve proporcional a las acciones que estos países ya han realizado, el Sur sorprenderá a todos con sus soluciones», afirmó Corrêa do Lago.
Citó como ejemplo Brasil, donde casi el 99 % de la población tiene acceso a electricidad y el 90 % de la generación energética proviene de fuentes renovables, lo que demuestra que es posible avanzar combinando desarrollo y sostenibilidad.
Insistió en que Belém debe ser un espacio para pasar de la negociación a la implementación, involucrando a gobiernos, empresas, instituciones financieras y comunidades locales. «Necesitamos una sociedad civil más activa que nunca y aliados sorprendentes, como sectores empresariales y aseguradoras, que están viendo los efectos del cambio climático y quieren apoyar esta agenda», agregó.
Anne Hidalgo, por su parte, recordó el papel decisivo de los gobiernos locales y la colaboración internacional, y destacó que la COP30 debe traducir compromisos históricos en resultados tangibles y adaptados a cada región del mundo.
Corrêa do Lago cerró su intervención con un mensaje de optimismo: «La humanidad ha sabido adaptarse a muchas circunstancias; esta es otra oportunidad para demostrar que podemos construir una nueva economía y afrontar la realidad climática de manera positiva».
Tras esta reunión ha quedado muy claro que la COP30 tiene que ser una cumbre diferente en la que no solo se firmen cartas de intención, sino que se tomen medidas eficaces y aplicables para contrarrestar los efectos del cambio climático de una vez por todas.
Tiene que haber un compromiso real de las partes que acuden a la cumbre en cuanto a reducción de emisiones y se deben buscar los mecanismos que permitan a los países más vulnerables a los efectos de la crisis climática tener recursos suficientes para poder paliarlos. EFE / ECOticias.com
 
			 
			















