La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informa de un 55 % de probabilidad de que un episodio débil de La Niña influya en los patrones meteorológicos globales durante los próximos tres meses. Si bien La Niña suele tener un efecto de enfriamiento temporal en las temperaturas medias globales, se prevé que muchas regiones se mantengan más cálidas de lo normal.
La Niña implica un enfriamiento a gran escala de las temperaturas superficiales del mar en el Pacífico ecuatorial central y oriental, junto con cambios en la circulación atmosférica tropical que afectan a los vientos, la presión y las precipitaciones.
Los pronósticos de la OMM indican un retorno gradual a condiciones neutras, con probabilidades de que aumentan al 65-75 % para enero-marzo y febrero-abril de 2026. Las predicciones estacionales son cruciales para sectores sensibles al clima, como la agricultura, la energía, la salud y el transporte, ya que ayudan a reducir las pérdidas económicas y a apoyar las operaciones humanitarias.
¿Cómo afectará La Niña a lluvias y temperaturas regionales?
Hay un 55% de probabilidad de que una La Niña débil afecte los patrones de clima y tiempo durante los próximos tres meses, según la última actualización de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Aunque el fenómeno tiene una influencia temporal de enfriamiento en las temperaturas promedio globales, todavía se espera que muchas regiones sean más cálidas de lo normal.
La Niña se refiere al enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial central y oriental. También conlleva cambios en la circulación atmosférica tropical, incluidos cambios en los vientos, la presión y los patrones de precipitación.
Según los últimos pronósticos de la OMM para Predicción Estacional, la probabilidad de regresar a condiciones neutrales aumenta gradualmente de alrededor de 65% a 75% para enero–marzo y febrero–abril de 2026, respectivamente.
¿Qué pronostica la OMM para los próximos meses?
“Los pronósticos estacionales para El Niño y La Niña son herramientas de planificación esenciales para sectores sensibles al clima como la agricultura, la energía, la salud y el transporte.
También son un componente clave de la contribución de la OMM para apoyar operaciones humanitarias. Esta inteligencia climática nos ayuda a evitar millones de dólares en pérdidas económicas y a salvar innumerables vidas”, dijo la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.
Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales monitorearán de cerca las condiciones durante los próximos meses para ayudar a informar a los sectores.
La OMM insistió en que los eventos climáticos a gran escala que ocurren naturalmente, como La Niña y El Niño, están teniendo lugar en el contexto más amplio del cambio climático inducido por el ser humano, que está aumentando las temperaturas globales a largo plazo, exacerbando eventos climáticos y meteorológicos extremos, e impactando los patrones estacionales de precipitación y temperatura.
Temperaturas por encima de lo normal
Para proporcionar una perspectiva climática más integral, la OMM también emite Actualizaciones Climáticas Estacionales Globales regularmente. Las actualizaciones monitorizan las anomalías globales y regionales de temperatura y precipitación.
La última Actualización dice que, para diciembre de 2025 a febrero de 2026, se espera que las temperaturas estén por encima de lo normal en gran parte del hemisferio norte y grandes partes del hemisferio sur. Las predicciones de precipitación se asemejan a condiciones típicamente observadas durante una La Niña débil.
La OMM destaca que los fenómenos naturales como La Niña y El Niño se desarrollan en el contexto del cambio climático antropogénico, que está impulsando el calentamiento a largo plazo y la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos.
Según la última Actualización Global del Clima Estacional, se espera que las temperaturas entre diciembre de 2025 y febrero de 2026 sean superiores a lo normal en la mayor parte del hemisferio norte y en grandes partes del hemisferio sur, mientras que los patrones de precipitación probablemente se asemejen a los típicos de un La Niña débil. Seguir leyendo en ECOticias.com













