Calor extremo para la región árabe se está calentando a un ritmo alarmante, casi el doble de la media mundial, según advierte la ONU en su nuevo informe regional sobre el clima. Este dato sitúa a los países árabes entre los más vulnerables del planeta frente al cambio climático y confirma que la región se aproxima a límites climáticos críticos con consecuencias sociales, económicas y ambientales profundas.
El informe señala que el aumento de las temperaturas medias, que ya supera los 1,5 °C en muchas zonas, intensifica olas de un calor extremo cada vez más frecuentes, largas y peligrosas. Ciudades densamente pobladas del Golfo, el norte de África y Oriente Próximo están experimentando temperaturas que rozan o superan los umbrales de habitabilidad humana, especialmente para personas mayores, trabajadores al aire libre y colectivos vulnerables.
Al calor extremo esto se suma una marcada escasez de agua: la región árabe ya es la más árida del mundo, y el cambio climático está agravando sequías, reduciendo recursos hídricos y acelerando la desertificación.
Cómo el calor extremo región árabe avanza imparable según la ONU y empuja a la población al límite
El primer informe sobre el Estado del Clima en la Región Árabe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) pinta un panorama desolador de una región bajo presión constante por el aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos hasta un calor extremo.
La agencia de la ONU señaló que «varios países [de la región árabe] registraron el año pasado temperaturas superiores a los 50 °C, mientras que las temperaturas medias regionales para 2024 fueron 1,08 °C más altas que entre 1991 y 2020″.
Destacando la importancia de estos datos de calor extremo, la responsable de la OMM señaló que las temperaturas abrasadoras, marcadas por olas de calor más intensas y prolongadas, «están llevando a la sociedad al límite (…) es simplemente demasiado calor para manejarlo», dijo.
Celeste Saulo advirtió que «la salud humana, los ecosistemas y las economías no pueden soportar períodos prolongados de más de 50 °C». «Las sequías se están volviendo más frecuentes y severas en una de las regiones con mayor estrés hídrico del mundo. Y al mismo tiempo, hemos visto algunas precipitaciones extremas, disruptivas y peligrosas.»
Un cóctel destructivo de calor extremo: sequías, tormentas de arena e inundaciones que arrasan comunidades
El informe de la ONU indica un aumento del 83% en los desastres registrados en las naciones árabes entre 1980-1999 y 2000-2019.
Además del calor récord, la región —que abarca 15 de los países con mayor escasez de agua del mundo— ha sufrido tormentas de arena, sequías prolongadas e inundaciones destructivas.
La sequía empeoró en 2024 en el norte de África occidental después de seis temporadas de lluvias fallidas consecutivas, especialmente en Marruecos, Argelia y Túnez, dijo la OMM. Mientras que en países generalmente áridos, como Arabia Saudita, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos, las lluvias extremas y las inundaciones repentinas causaron muerte y destrucción.
Estos fenómenos meteorológicos han intensificado la presión sobre comunidades que ya lidian con conflictos, un rápido crecimiento poblacional, la urbanización y la fragilidad económica. La OMM advirtió que, sin medidas de adaptación más sólidas, estas presiones solo se intensificarán a medida que las temperaturas continúen su rápida trayectoria ascendente.
El informe tiene una serie de puntos clave:
- 2024 fue el año más caluroso registrado en la región árabe.
- Las temperaturas aumentan casi al doble del promedio global
- El calor, la sequía y las lluvias extremas se intensificaron el año pasado
- Casi el 60% de los países árabes tienen ahora sistemas de alerta temprana
- La OMM insta a una mayor coordinación en la acción climática
Estos extremos en aumento ya están reconfigurando la vida diaria en toda la región árabe, donde la escasez de agua empeora a medida que las temperaturas más altas aceleran la evaporación y tensionan las reservas de agua subterránea.
Las consecuencias diarias del calor insoportable sobre ciudades, salud y economías
Los centros urbanos enfrentan amenazas crecientes para el suministro de energía, las redes de transporte y la salud pública, particularmente para las personas que trabajan al aire libre o viven en viviendas informales.
En las zonas rurales, la sequía prolongada está erosionando la producción de alimentos y forzando difíciles compensaciones entre la agricultura, el uso doméstico de agua y la protección ambiental.
Claire Ransom, científica de la Sección de Monitoreo Climático y Políticas de la OMM, subrayó que el calor extremo es solo una de las muchas amenazas climáticas.
«Las tormentas de arena, las inundaciones severas y otros fenómenos climáticos extremos ejercieron una presión inmense sobre las comunidades en toda la región en 2024, interrumpiendo vidas y afectando a millones de personas«, dijo.
Estos eventos han infligido grandes pérdidas económicas, desplazando familias, dañando cultivos y saturando los sistemas de respuesta de emergencia, que están distribuidos de manera desigual en la región.
Qué avances existen y por qué la adaptación aún está muy lejos de ser suficiente
Muchos países han expandido sus sistemas de preparación y han comenzado a invertir de manera más estratégica en adaptación.
«Casi el 60% de los países árabes ahora tienen sistemas de alerta temprana para múltiples peligros, y muchos están priorizando estrategias de seguridad hídrica para hacer frente a los crecientes riesgos climáticos que hemos visto en 2024 y más allá», dijo Ransom.
Si bien los esfuerzos de adaptación están creciendo, el informe concluye que solo una acción rápida, sostenida y colaborativa será suficiente para evitar que una situación más difícil.
Muchos gobiernos ya luchan por mantener servicios esenciales durante las olas de calor, mientras que las comunidades más pobres enfrentan los mayores riesgos tanto por el aumento de las temperaturas como por el empeoramiento de las tormentas.
El informe es la primera evaluación climática dedicada enteramente a la región árabe.
Más allá del impacto ambiental, el informe subraya las implicaciones para la estabilidad social y económica. La inseguridad alimentaria, los desplazamientos forzados y la presión sobre los servicios básicos podrían intensificarse si no se adoptan medidas urgentes. Por ello, la ONU insiste en la necesidad de acelerar la adaptación climática, reducir las emisiones y reforzar la cooperación regional.
La conclusión es clara y contundente: el clima en la región árabe está al límite. Las decisiones que se tomen hoy marcarán si este calentamiento se traduce en una crisis crónica o en una oportunidad para transformar el desarrollo hacia un modelo más resiliente y sostenible. Seguir leyendo en ECOticias.com
